Machacando la institucionalidad

Machacando la institucionalidad

ANTONIO PEÑA MIRABAL
Los partidos políticos no escapan a la falta de institucionalidad imperante en el país, por lo que permanentemente generan acciones que afectan su imagen y misión. Esta situación colabora con el estado de deterioro que exhibe el sistema de partidos, lo que constituye una amenaza al proceso de fortalecimiento democrático de la nación.

El debilitamiento de los partidos políticos pone en peligro su existencia, por lo que las élites que los conforman tienen que reflexionar sobre esta situación. Expresiones como “Sólo con Leonel se gana”, “La señal del líder es la señal del triunfo”, “Leonel, firme liderazgo”, etc., son manifestaciones precisas de acciones que torpedean la institucionalidad partidaria del PLD, porque supedita la existencia de la organización a la voluntad y deseos de una persona. Esos slogan de campaña son similares a los utilizados en el pasado por dirigentes del Partido Reformista, cuando expresaban sin tapujos expresiones tales como “Lo que diga Balaguer”, “Balaguer, sin ti se hunde este país”, etc., etc. Es conocido de todos el derrotero del PRSC una vez desaparecido el caudillo de Navarrete. ¿Es eso lo que persiguen quienes han ingeniado las frases anónimas que resaltan la figura del presidente Fernández? ¿Es que se pretende liquidar al PLD al ponerlo a depender de los deseos y caprichos de una sola persona?

El PLD, hasta el momento, es ejemplo de lo fructífero del liderazgo compartido y colectivo, aunque en los últimos días, ese estilo de dirección, está siendo sometido a rigurosas pruebas que determinarán la fortaleza o debilidad del mismo. El macht Danilo – Leonel es la principal prueba de fuego que experimenta la organización morada en la nueva etapa de su existencia. Son muy pocos los que actualmente no toman partido en esta contienda, todo el PLD está inmerso en ese proceso donde la pasión y el maquiavelismo están suplantando la razón y el buen juicio. Se está llegando a extremos peligrosos que están produciendo heridas que posiblemente nunca se cierren, con lo que se estaría propiciando la división de la organización orgullo del profesor Juan Bosch. La sociedad dominicana nunca perdonaría a los responsables de tan funesto acto, porque lo que viene tras el mismo, es la incertidumbre y la inestabilidad.

Producir cancelaciones de peledeístas en un gobierno del PLD, por no compartir la idea de la reelección del presidente Fernández, es radicalizar la visión de la contienda interna, es retomar acciones que muy bien se explican en partidos como el PRSC o el mismo PRD, pero que en el PLD constituyen un bicho raro que crea indignación e impotencia. Con esta acción el presidente Fernández está debilitando su imagen de hombre demócrata y está afectando su liderazgo interno, ya que está abriendo heridas que muy difícilmente puedan cerrarse. No es justo que personas que están cumpliendo con sus funciones, que han sido honestas en el manejo de los recursos puestos en sus manos, sean canceladas por el simple hecho de compartir la idea de que el candidato del PLD en las próximas elecciones presidenciales debe ser el licenciado Danilo Medina y no el presidente Fernández. Hay funcionarios que no pueden explicar acciones que comprometen la probidad del gobierno del presidente Fernández, pero son promotores de la reelección, por lo que no se aplica ninguna sanción. Esa inversión de valores mediante la cual se premia al funcionario cuestionado y señalado por la opinión pública, y se castiga al que está cumpliendo con sus responsabilidades, es la que socaba la institucionalidad partidaria, originando modelos gastados y atrasados que ya deberían estar superados por las élites políticas nacionales.

Es una pena que el PLD como institución no pueda darle respuesta a un desborde como el originado desde el palacio nacional en estos días, y que la sociedad tenga que observar como la organización llamada a salvar el sistema de partidos en la República Dominicana, empieza a trillar el camino andado por otros, que conduce a la atomización, la falta de credibilidad y el debilitamiento de las organizaciones políticas. Al parecer la reelección también afectará sensiblemente al PLD, y todo indica que quienes la promueven están dispuestos a que “entre el mar” antes de aceptar una posible derrota.

Si “entra el mar” es muy probable que el PLD pase a la oposición.

, y en la oposición quienes más necesitarán del PLD serán los que durante los últimos cuatro años manejaron los fondos de la nación, así es que tengan cuidado señores reeleccionistas, tengan la capacidad de mirar un poco más allá, y contengan la furia que ha desatado las últimas cancelaciones y denigraciones en el gobierno. ¡No inventen, el PLD es su seguro de vida!.

 

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