Buenos Aires. — El presidente Mauricio Macri se comprometió el jueves ante los principales líderes sindicales a presentar a la brevedad un proyecto de ley para modificar la escala del impuesto a las ganancias que se aplica sobre el salario de los trabajadores y contrarrestar el impacto de la inflación, que el propio mandatario admitió está “en niveles inaceptables”.
“La semana próxima o la otra a más tardar estaremos presentando el proyecto ganancias”, dijo en rueda de prensa Marcos Peña, secretario general de la presidencia, tras el encuentro que mantuvo Macri, el primero desde que asumió, con los máximos referentes del sindicalismo argentino en la Casa de Gobierno.
El reclamo de los sindicatos por ganancias es de vieja data y fue uno de los temas que le plantearon los sindicalistas al presidente, junto al aumento generalizado de precios, la deuda de unos 26.000 millones de pesos (1.780 millones de dólares) que el Estado mantiene con las obras sociales de los gremios y los despidos en la administración pública.
No obstante, la discusión sobre el porcentaje de aumentos de salario que reclaman los representantes de los trabajadores no fue parte de la agenda. “Fue una reunión positiva”, afirmó Antonio Caló, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).
Agregó que el mandatario “prometió que va a tratar por todos sus medios de mantener los puestos de trabajo” ante la preocupación de los sindicalistas porque la ola de despidos en la administración pública se extienda al sector privado.
Macri, un conservador que asumió el poder dos meses atrás, intenta dar una imagen de gobernabilidad y diálogo en momentos en que se han disparado los reclamos de distintos gremios por incrementos salariales de hasta 40%.
Mientras el Ejecutivo sugiere un aumento de entre 20% y 25%, que es el máximo de inflación que calcula para el año, los sindicatos exigen que no haya un techo en la negociación debido a los recientes fuertes aumentos en las tarifas de luz, peajes y alimentos. Caló indicó que con Macri no se habló sobre porcentajes en las discusiones salariales porque “cada actividad tiene que saber lo que va a pedir, cada gremio sabe cómo está su situación”.
Pocas horas antes de la cita, Macri admitió que la inflación está “en niveles inaceptables” y que se está “ocupando de las cuestiones de fondo” para atajarla. El martes reconoció que llevará “entre dos y tres años” bajar la tasa de inflación, la segunda mayor en América latina después de la de Venezuela. Economistas critican que el gobierno no ha presentado un plan integral para resolver lo que está considerado el principal problema de la economía.
Con los sindicalistas “compartimos la preocupación sobre el tema de los precios, es un proceso que viene desde hace varios años”, indicó Peña.
Al encuentro con el mandatario asistieron también Hugo Moyano, del sindicato de choferes de camiones, y Luis Barrionuevo del gremio gastronómico. Además fueron invitados aquellos que encabezan los sindicatos del comercio, la construcción, los trabajadores rurales y los vendedores de periódicos. Sindicalistas más críticos con Macri y que no estarían dispuestos a ceder en sus exigencias de aumentos no acudieron al encuentro.
Días atrás portavoces del mayor sindicato de docentes de Argentina puso en duda el inicio de las clases a fines de mes al ver rechazada su demanda de un aumento salarial de 40% en el marco de las negociaciones salariales que recientemente se abrieron en ese sector.
En el marco de creciente descontento por la inflación, Emilio Basavilbaso, titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social, anunció un incremento de 15,35% en la jubilación mínima, que a partir de marzo será de 4.959 pesos (339 dólares). Asimismo la asignación por hijo para familias de bajos ingresos se elevará a los 966 pesos (unos 66 dólares) mensuales.