Hoy por la tarde la ministra Elisabeth Borne presentará formalmente la reforma de las pensiones
El Gobierno de Emmanuel Macron pondera retrasar la edad mínima de jubilación, que actualmente es de 62 años en Francia, hasta los 64, y no los 65 como lo había barajado en un principio.
Pero para compensar financieramente ese cambio se acelerará el aumento del periodo de cotización hasta 43 años.
Los medios franceses coinciden en que ese será el gran anuncio de la reforma de las pensiones que hoy por la tarde presentará formalmente la primera ministra, Elisabeth Borne.
Borne ya había reconocido la semana pasada que los 65 años no eran intocables y Éric Ciotti, el presidente del partido conservador Los Republicanos (LR), imprescindible para sacar adelante la reforma, ha hecho de los 64 años una de sus condiciones para dar su apoyo. Además, la opinión pública está mucho más en contra de retrasar tres años la edad mínima de jubilación.
En una encuesta divulgada el pasado viernes, el instituto demoscópico Ifop explicaba que un 68 % de los entrevistados están en contra de subirla hasta los 64 años y un 79 % contra los 65. El objetivo es equilibrar la financiación de las pensiones.