Máculas ideológicas

Máculas ideológicas

MARTHA PÉREZ
El concepto de ideología es tan amplio y antiguo como las ideas del ser humano; ésta conceptualiza el origen de las ideas y sustenta en sus diversas modalidades las creencias religiosas, identidades político-partidarias u otros tipo de manifestación socio-cultural. Así determina, de cierto modo, el accionar personal o colectivo de agrupamientos o clases sociales, en el contexto de la política, la economía, la ciencia, el arte y la cultura.

En el contexto socio-político, es el que queremos referir, han existido en el transcurrir de la historia de la humanidad varias corrientes o doctrinas, algunas se han mantenido en el tiempo, otras se han transformado mediante concertaciones y/o fusiones, otras se han desgastado o desaparecido. La concepción marxista de la ideología, entre las diversas definiciones del término, introdujo una especie de debate sostenido por intelectuales y agrupaciones de diferentes doctrinas en procura de hacer prevalecer sus criterios ideológicos básicos, pareciendo entonces, que debía hablarse de ideologías dominantes y/o de ideologías alternativas. Aveces originando crisis ideológicas, sin tomar en cuenta que la propia sociología del conocimientoplantea que “las maneras de ver el mundo varían de una sociedad a otra y entre individuos y sectores de una misma sociedad”. (Ejemplos sobran). Entre las ideologías políticas fundamentalmente enfrentadas eran el fascismo y el comunismo.

No obstante la “nueva situación” mundial entre 1980 y 90, en que parecían dividirse los sustentadores de ideologías políticas entre eje del bien y del mal; la caída del muro de Berlín, el advenimiento de la globalización y el liberalismo económico, han venido surgiendo importantes movimientos sociales con gran vocación para la transformación social, en su mayoría con influencia política de igual vocación transformadora de la sociedad, que han ido dando forma a una nueva visión ideológica y de futuro, principalmente desde las realidades políticas, económicas y sociales de los países en desarrollo. Y, simultáneamente, una nueva interpretación del fenómeno por parte de países desarrollados. Esa nueva visión, que ya se expresa en la realidad latinoamericana, e incide en el Caribe, sobre todo, en el pensamiento y accionar progresista de la República Dominicana está causando cierta preocupación y consecuentemente generando máculas ideológicas que a su vez, y por el momento de manera indirecta, están dividiendo los países de la región en “buenos y malos”, “convenientes y no convenientes”. Esta situación, fomentada por intereses particulares y grupales por sí, a lo interno de los países y al servicio de intereses externos, se constituye en una afectación directa al derecho soberano de cada país y nación de mirarse en su propio espejo para poder ver su propia realidad determinando sus relaciones en los ámbitos político, económico, comercial o cultural.

El presente momento de la República Dominicana es muy importante. Nuestros partidos políticos están en la escogencia de sus candidatos presidenciales para las elecciones del 2008; un momento en el que debe tenerse muy en cuenta la “ideología del país”, siquiera la de los partidos; para poder escoger lo mejor que garantice lo que somos y queremos ser en términos políticos, económicos, sociales y culturales, en base a nuestra realidad; y por tanto hacerlo muy a lo nuestro.

Así lo hace la República Popular China, por ejemplo, desarrollando su socialismo democrático y hoy se le considera a la altura de países en desarrollo.

Venezuela que implementa una profunda revolución popular sustentada en las ideas bolivarianas, vive bajo la mira y el asedio de una oposición interna y reacción externa. Y se empeña en seguir adelante.

Cuba que se ha mantenido resistiendo, contra vientos y mareas, un bloqueo que no cesa, llevando hacia adelante su ideal de las transformaciones totales, decidida a seguir pagando el precio que le impongan las circunstancias; hoy, con un presidente bajo cuidados por su estado de salud.

Brazil, Bolivia, Nicaragua, El Salvador, todos bajo la lupa de máculas ideológicas que pretenden frenar un nivel de cambios denominado, prejuicialmente, “resurgir del comunismo” por el hecho de que los candidatos que han ascendido al poder vienen o son de organizaciones de izquierda. Sin embargo, cabe preguntarse ¿cómo llegaron al poder?, naturalmente que por el voto popular, sin maña y tramposería.

Esas máculas ideolgógicas están tratando de salpicar nuestro país. Y estoy segura de que la inteligencia del presidente Fernández y su amplia visión de la diplomacia y del respeto a la autodeterminación de los pueblos, no permitirá que nadie intente salpicarnos; porque podemos seguir demostrando, además, que los dominicanos y dominicanas tenemos un alto sentido de la amistad y las relaciones de buena vecindad, conservando nuestra propia identidad. Y sobre todo, que somos defensores de nuestra soberanía e independencia para elegir y mantener nuestros aliados.

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