Madame  Alexander

Madame  Alexander

En el Nueva York de 1923, Beatriz Alexander decidió seguir un sueño y comenzó a fabricar muñecas hechas a mano, sin pensar que aquella labor que inició en la mesa de su cocina la convertiría en una de las más famosas diseñadoras de muñecas coleccionables a través de su marca, Madame Alexander.

 Alexander tuvo como empleados en su fábrica a distintos inmigrantes, entre ellos dominicanos, a quienes enseñaba su técnica para crear muñecas únicas y de gran terminación en los detalles.

Cada artesano tenía una labor en específico: en un piso del edificio las ensamblaban, en otro cosían sus ropas a mano y en otro pintaban sus rostros y las peinaban.

Entre los años 70 y 80 trabajaron allí varios familiares de Miriam Cabrera, una dominicana apasionada con las muñecas, algunas de las cuales nos mostró para esta edición.

“Hay personas que les gusta coleccionar mariposas, otros sapos, a otros le gustan las tazas… a mí lo que me apasionan son las muñecas. Las últimas que recibí, fueron las que me envió mi hermana. Llegaron en  diciembre. Pero esperé hasta el Día de Reyes para abrir los empaques”, cuenta Cabrera con emoción. 

Testimonios del gran trabajo realizado por dominicanas en Madame Alexander están recogidos en el libro “Los rostros detrás de las muñecas”, de Mary Ely Gratereaux,  que será presentado el 11 de mayo  en el Café Bohemio en  la Feria del Libro.

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