Madeira paraíso natural cada vez más demandado

Madeira paraíso natural cada vez más demandado

Situada a casi 1 000 kilómetros de la costa occidental europea, esta región de origen volcánico ha sido conocida tradicionalmente más allá de sus fronteras por su vino, sus flores y sus exuberantes paisajes naturales que combinan mar y montaña.

De sus más de veinte islas e islotes sólo están habitadas Madeira, donde se encuentra la capital Funchal, y la pequeña Porto Santo, que concentra la mayor parte de la oferta turística de playa. El resto se agrupan en las Islas Desiertas y las Islas Salvajes, y funcionan como escenario de su singular flora y fauna.

A menudo se dice que “Madeira respira turismo”, y es que este sector es el principal motor de una economía dominada por las pequeñas y medianas empresas y en la que las actividades agrícolas se concentran en productos autóctonos como la banana, las flores y el vino.

En concreto, el turismo aporta en torno al 24 % del PIB y es responsable del 15 % del empleo de la región, que ha convertido sus exuberantes paisajes y su naturaleza en uno de los principales reclamos para vender el archipiélago en los mercados nacionales e internacionales.

“El turismo enfocado sobre la naturaleza, y todos los microproductos asociados, es el más desarrollado”, explicó a Efe el director ejecutivo de la Asociación de Promoción de Madeira (AP Madeira), Roberto Santa Clara Gomes.

A su parecer, “la belleza de su naturaleza, su clima y la hospitalidad de los madeirenses” son los principales atractivos de la región, a los que se une el siempre presente océano Atlántico.

La promoción de este tipo de turismo es una prioridad para AP Madeira, que quiere posicionar a las islas “como un destino que permite vivir durante todo el año experiencias de turismo activo”, que engloba actividades en la naturaleza y turismo de aventura, según desveló Santa Clara.

Un oasis natural. La situación de Madeira, a 450 kilómetros al norte de las islas Canarias, le proporciona un clima amable durante todo el año, pero su relieve y su exposición a los vientos oceánicos originan diferentes microclimas a lo largo del archipiélago que han marcado su flora y su fauna.

Los bosques verdes de laurisilva, patrimonio mundial de la UNESCO desde 1999; las orquídeas de la sierra, una especie única en el mundo, los lobos marinos, los delfines y el último refugio atlántico de la llamada foca monje, son algunas de las maravillas del Parque Natural de Madeira, clasificado como reserva biogenética.

De esta oferta natural se puede disfrutar a través de numerosas rutas de senderismo, excursiones y visitas a miradores desde los que se avistan aves, a lo que se suman actividades deportivas como el submarinismo, la escalada, el parapente y los circuitos ciclistas.

ZOOM

Un sector en
crecimiento

Conscientes de la riqueza que tienen
en sus manos, desde el Gobierno
regional de Madeira no dejan
de apostar por la promoción
del sector turístico. Según desveló
este año la Cámara de Comercio e
Industria de Madeira, se espera
que el número de pernoctaciones
sobrepase los 8 millones en 2020
y que hasta ese año el sector pueda
crear otros 3 000 puestos de
trabajo.

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