Washington.  De los Servicios de Hoy.  Bernard Madoff, el mayor estafador en la historia de Wall Street,  dice que se dejó llevar por la codicia de los inversores que le confiaban su dinero. E incluso revela que les alertó de que podría llegar a hacer «algo estúpido».

«Ahora, si les escuchas, te dirán que no tienen nada de dinero. Y estoy seguro de que es una experiencia traumática para algunos. Pero también hice ganar mucho dinero a la gente». En ese momento, se pregunta si esto justifica su fechoría. Y se responde el mismo: «no». No hay excusa alguna para lo que hizo, como admite.

En una entrevista concedida a   New York Magazine, luego de haber concedida otra hace un par de semanas al The New York Times,    Madoff también señala en la conversación a los reguladores.

La reforma financiera, opina, «es un chiste». «Todo el Gobierno es una trama Ponzi», remacha. Y como hizo a lo largo de la investigación, exculpa a su familia, al decir que no sabían nada de lo que tenía entre manos. Fue, comenta, su propia pesadilla. Tras la trágica muerte de su hijo, Bernard Madoff fue puesto bajo observación por si intentaba suicidarse.

Todo el mundo fue avaricioso», reitera Madoff a la revista New York, que puso a disposición de los lectores en Internet el audio de una docena de conversaciones telefónicas, para que puedan escuchar el tono con el que se justifica una y otra vez.