Nueva York, EFE.- El financiero estadounidense Bernand Madoff se dejó ver ayer a la salida del Tribunal Federal del Distrito de Nueva York, sonriente y con apariencia tranquila, aunque sin hacer una sola declaración a la prensa sobre la multimillonaria estafa de la que se le acusa.
Madoff, ahora en libertad bajo fianza y hasta hace unos días un reputado y confiable inversor, puso en marcha hace un par de décadas un gigantesco esquema Ponzi o sistema piramidal, por el que prometía a sus inversores altas rentabilidades (cercanas al 10 por ciento anual), sin tener un negocio real que lo respaldase.