Madonna manifestó su enojo por la noticia de que un estudio de Hollywood planea rodar una biopic no autorizada de sus primeros años en Nueva York/Foto de archivo.
Madonna besó a Ariana Grande, criticó repetidamente al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y dijo sentir vergüenza de ser estadounidense el viernes durante una actuación magnética en Miami, en la que recaudó más de 7.5 millones de dólares para Malawi. La “Material Girl” busco entre sus tesoros y subastó piezas de su colección personal de arte, un traje de su gira que fue presentado por Grande e instantáneas en blanco y negro de su boda en 1985 con Sean Penn, realizadas por el fallecido fotógrafo Herb Ritts. Las tres imágenes del enlace se vendieron por 230,000 dólares. Penn, que estuvo presente en la recaudación de fondos y pujó por varios artículos caros cuando la subasta se estancó, esposó a Madonna y se deslizó sobre sus piernas mientras trataban de animar al público a ofrecer más dinero. “Por una vez, no es él el arrestado”, bromeó la cantante. La fiesta duró hasta la madrugada del sábado, cuando Madonna se subió al escenario para un concierto de una hora ante una audiencia plagada de estrellas como Leonardo DiCaprio, Chris Rock, Dave Chappelle, James Corden, su exnovio Alex Rodríguez y Courtney Love. La gala para recaudar fondos es una de las muchas fiestas durante la feria de arte contemporáneo Art Basel Miami Beach. Con coquetería rebeló que había estado en la cama del republicano Donald Trump, y más tarde aclaró que fue durante una sesión de fotos para una revista y que el ahora presidente electo ni siquiera estuvo presente. La cantante aprovechó para criticar sus sábanas baratas. “No eran de algodón egipcio porque todos sabemos qué siente hacia los musulmanes, ¿no?”, señaló mientras los asistentes resoplaban.