Madonna vuelve a ser centro de polémicas al crucificarse mientras canta

Madonna vuelve a ser centro de polémicas al crucificarse mientras canta

TONY CALDERÓN Y
NICOLE SENCIÓN

Una vez más la estrella del pop, de 47 años, ha reinventado su carrera con su primera gira en dos años, «Confessions».

El espectáculo de esta camaleónica intérprete toma el nombre de su último álbum, «Confession on a Dance Floor». Pero, sobre el escenario del auditorio Forum de Los Ángeles (donde el pasado domingo arrancó su nueva gira mundial), la intérprete de «Like a Virgin» hizo de todo menos confesarse.

Son dos horas de música, coreografías y escándalos, colgada de un gigantesco crucifijo construido con cristales de discoteca.

Bajando de los cielos, brazos en cruz y corona de espinas en su frente, la cantante interpreta de esta forma la balada «Live To Tell», mientras detrás se ven rostros de niños sufriendo la pobreza del Tercer Mundo.

«No sé como nadie se puede ofender por algo así. ¡Es Madonna!», recordó Marlene Von Arx, una de las espectadoras de este debut que como la mayor parte de la gira tuvo las entradas agotadas.

Según subraya el periódico Los Angeles Times, el momento «va más allá de la herejía».

«Más que blasfemia parece un ardiente intento de comprender qué hace tan evocadora esta imagen», afirma la crítica.

Pero hay opiniones para todos los gustos y, desde Londres, la Iglesia de Inglaterra ya ha expresado su repulsa.

«¿Por qué alguien con tanto talento tiene la necesidad de promocionarse ofendiendo a tanta gente?», se pregunta un portavoz de la Iglesia de Inglaterra en un comunicado divulgado en Londres.

La carrera de ofensas es casi tan larga como la discografía de una cantante que en 1989 fue considerada «blasfema» por la Iglesia Católica con motivo del video de «Like a Prayer». En aquella ocasión las cruces eran quemadas y aparecía un Cristo negro.

Tras una ausencia de dos años desde su gira con «Re-Invention», Madonna invierte cada segundo en el escenario a su música, sin apenas abrir la boca si no es para cantar.

Pero una de sus pocas frases desde el escenario, durante el tema «I Love NY», fue un insulto contra el actual presidente estadounidense.

Además de su retrato, el de otros miembros de su Gobierno y el del primer ministro británico, Tony Blair, se une al de Adolf Hitler y Osama Bin Laden en un polémico montaje.

Para los devotos de Madonna, lo único ofensivo de esta gira son los precios, entre 380 y 180 dólares (12.500 y 6.000 pesos).

Según la revista Billboard, las ventas de esta gira pueden ascender a los 200 millones de dólares (6.400 millones de pesos) para cuando concluyan los 60 conciertos que tiene previsto.

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