Rincón, La Vega
A cuatro meses de que las autoridades judiciales emitieran una orden de arresto contra Wilson Ureña Melenciano por haber violado a sus dos hijas de 12 y 13 años, la Policía no logra dar con su paradero.
La madre de las menores, cuyo nombre se omite por razones legales, denunció ayer que miembros de la uniformada le piden dinero para localizarlo, pero ella no tiene recursos.
Explicó que está a la espera de que la fiscal de menores, Iris Sánchez, le diga dónde están sus hijas, a quienes se llevaron de su casa junto a la bebé recién nacida de una de ellas.
La desgarradora historia de esta familia comienza cuando la madre permite que Ureña Melenciano se lleve a las niñas a la casa de su padre en Los Solares, Jima Arriba. Cuando las fue a buscar, ellas dijeron que se quedarían con él. “Nunca me dijeron que estaban viviendo esa situación. Ahora estando aquí fue que me contaron que él las amenazaba con que me iba a matar si ellas me contaban algo. Además, cuando yo le decía que me las iba a traer, llegó a amenazarme con un colín y hasta me golpeó”.
Cuenta que la violación se supo porque un día el papá salió a trabajar lejos de la casa y ellas fueron al hospital porque una sentía que algo se movía dentro de ella. “Es el médico que las atiende que le dice que ella estaba embarazada de unos seis meses e inmediatamente llamó a Conani y es Conani que viene a mi casa a decirme lo que estaba pasando y luego de unos estudios psicológicos me la entregan y ellas estaban viviendo conmigo, la niña de 13 años la cuidamos y dio a luz una niña y estaban aquí conmigo, hasta que ahora vino la fiscal y se las llevaron a las tres”, señala.
Pidió que sometan también al padre y al hermano de Ureña Melenciano porque lo sabían todo. “Esto transcurrió en la casa de su hermano, quien a pesar de haber descubierto la situación, y las niñas haberles suplicado que lo denunciara, no lo denunció a las autoridades”, dice la madre llorando.
Recalcó que, en vez de ayudar a las niñas, cuando el tío encontró a su hermano teniendo sexo con su hija se hizo enemigo de las menores. “Ellas le suplicaron a su tío que las ayudara a salir de ahí para donde mí, y él no les hizo caso, ni las ayudó y lo que le dijo fue que se fueran de su casa”, dijo la madre.
Otra hija de la señora, que tiene 15 años, agregó que ella vive en la casa desde pequeña y que su padrastro nunca intentó abusarla. Sin embargo, sí abusó de la hija de su segunda esposa, que ahora tiene un hijo de casi dos años.