Madre de Carla Massiel llorará cuando un juicio decida crimen

Madre de Carla Massiel llorará cuando un  juicio decida crimen

La madre de Carla Massiel, Diolandita Cabrera, vivía ayer la desesperación de no saber el día que la Procuraduría General le entregará la osamenta de su hija, para darle cristiana sepultura.

El organismo afirmó el jueves que eran los restos de la niña, pese a falta de pruebas científicas como ADN.

Impotente, necesitada de lo material, en pobreza gigante y abandono, ya que nunca le asignaron seguridad familiar, declara que no llorará hasta que tenga el cadáver y se decida el juicio de los acusados del crimen.

No humedeció sus ojos cuando narraba la llamada que le hizo la fiscal titular de Santo Domingo, Olga Diná, para notificarle que cuatro de las cinco pruebas realizadas confirmaron que la osamenta encontrada en la zona de La Mina corresponde a su niña, gemela de su otra hija Perla y quien soñaba con ser doctora.

Dos yipetas y una camioneta llegaron en la tarde de ayer al frente de la casa de Diolandita. Se sorprendió. Comentó quién sería y corrió hacia dentro de la casa, como quien procura protegerse.

Nadie se desmontó de los vehículos, al percatarse sus ocupantes del carro del periódico HOY estacionado. La madre de la niña dijo no saber quiénes rondaban su entorno. A la salida del equipo de prensa de la zona, se vio una de las yipeta girar hacia el área de Diolandita.

Carla Massiel, de quien los medios de comunicación han escrito muchas historias, en los últimos tiempos vinculado su desaparición al negocio de órganos, era tranquila, juguetona y no acostumbraba a salir lejos de la casa, comenta su madre, quien recuerda que todas las tardes se bañaban juntas y bromeaban jabonándose el cuerpo mutuamente, para luego ir a la cama.

Ante tanta pena, la familia se mudó de la casa donde vivió Carla Massiel para adquirir un predio en la parte baja de la barriada.

Misterio. ¿Por qué mataron a Carla Massiel? Es la pregunta que se hacen muchos en esta comunidad. Los aspectos de este supuesto crimen envuelven una nebulosa cada vez más horrenda en Los García, comunidad La Guaba, kilómetro 22 de la autopista Duarte, en Pedro Brand. La madre cultiva mucho miedo, aunque trata de disimularlo al hablar con periodistas.

Después de la desaparición de su niña, a las 7:30 de la noche del jueves 25 de junio de 2015, una hora después de que salió al culto de una iglesia cristiana, próxima, la madre corrobora la versión principal que tiene la vecindad de Los Solares, que la pequeña pudo ser robada para extraerle órganos, supuestamente para trasplante de una persona.

La versión de la gente, n o confirmada por ninguna autoridad, es que fueron para el doctor que residía en la finca cercana, enfermo del corazón y de los riñones, y alegadamente propietario de los Centro Médico Integral, clínicas cerradas por la

Fiscalía de Santo Domingo y el Ministerio de Salud Pública, y luego, reabiertas.
Con temor, hay comentarios de que el doctor estuvo enfermo en los días que desapareció Carla Massiel y falleció hace alrededor de ocho meses.

Lo dicen en forma de leyenda como la breve vida y extraña muerte de Carla Massiel, aun por confirmar de manera científica, que tiene a los residentes de Los García sobresaltados. Asocian a la extracción de órganos desaparición de niños en los kilómetros 18 y 20 de la autopista Duarte, en El Brisal y Los Alcarrizos. Estudiantes de la zona, en su mayoría jovencitas, dijeron a redactores de este diario que el doctor solía descender de un helicóptero a su finca a regalarles dinero.

Como novela de terror. Otra confusión en este suceso es que ayer, la madre de Carla Massiel volvió indicar que el padre biológico, José Pérez, la culpa y a su actual marido, Manuel Reyes Méndez, de haberla vendido, incluso, de ser esta la vía de donde obtuvieron dinero para pagar el terreno de la casa (valorado en cinco mil pesos). Ella lo niega. Afirma que adeudan dos mil pesos y que se mantienen Perla, su hijo mayor, Ángel Gabriel (de 14 años), con el sueldo de su marido, vigilante de una empresa, que gana menos de RD$10,000

En su casita de madera vieja y con piso de tierra, Diolandita, revierte la acusación y la lanza al padre de la niña, el que considera culpable de su desaparición, con el pastor de la iglesia, Luis, quien dice que le solicitó que dejara ir a la niña a la campaña de fe, que sería de tres días, pero que suspendieron al primero de celebración en La Cancha. Le duele que el padre de las gemelas las declarara, ni la las alimento y menos se interese por la desaparición.

Tiene la certeza de que las clínicas están vinculadas con la tragedia. Expresa que el padre biológico de la niña le trabajó al pastor y que el padre de Dawin José Trinidad Infante, imputado del crimen y en prisión, le hace compras al pastor. Para ella, todo está relacionado.

Opiniones. Dolores Peralta pensaba que a Carla se la llevó alguien que deseaba una hija. Como Diolandita, dijo que hace años fue desaparecido un joven de 19 años.Nunca encontraron su motocicleta.

Jairis Ceballos tiene el presentimiento de que Carla fue robada del parque para venderla y extirpar sus órganos. Del doctor dice que andaba en una casa rodante, pocas veces visto y solía aterrizar en el play.

Expresó a la madre de Carla “nunca la he visto llorar” y que después que saber que los imputados admitieron sacarle los órganos y la “participación del doctor”, pensaron diferente de Diolandita.

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