“Los hijos son una bendición pero cuando la naturaleza los multiplica entonces se convierte en un caso serio”, dijo ayer la joven Mariel Yiset Batista, de 23 años, quien hace poco más de un mes alumbró tres niñas.

Aunque feliz de tener a sus hijas, Batista vive con la incertidumbre de no saber cómo solucionar la difícil situación económica en la que se encuentra, ya que su esposo Oscar Santana, de 28 años, está desempleado.

Por si esto fuera poco, Batista y Santana también deben mantener a otros dos hijos: Marcos y Erika Santana Batista, de 7 y 5 años de edad.

Batista, que comenzó a trabajar  desde lunes pasado en una banca, devenga un salario de RD$2,000 mensuales, por lo que pidió la ayuda a la primera dama Margarita Cedeño para que vaya en su auxilio.

Lo que piden, sin embargo, no es una ayuda que puede serviles en un momento. “Lo que quiero es un trabajo estable para poder mantener a mi familia”, explicó Santana.

De esta manera, señalan, esperan poder comprar las cosas que requieren para Cristal, Carla y Carolina de cuatro, seis y seis libras y media, quienes subsisten por la solidaridad de familiares y vecinos que aportan la leche que necesitan, ya que su madre no produce lo suficiente.

“La leche materna es muy poca y solo la doy a la que tiene menos peso”, explicó la madre.

La joven, que vive en condiciones paupérrimas en el sector Simón Bolívar, recordó que al momento de nacer las tres niñas, el hecho  salió en los diferentes medios de comunicación, por lo que confiaba  que el gobierno se solidarizara con su causa. Pese a los reportajes, la ayuda nunca llegó..