Madre espera que papa ayude a argentino sentenciado a muerte

Madre espera que papa ayude a argentino sentenciado a muerte

El papa Francisco agradeció hoy con un tuit en español el viaje que recientemente ha realizado por Ecuador, Bolivia y Paraguay, Archivo

Argentina. Cuando Lidia Guerrero se reunió con el papa Francisco el año pasado en Roma, el argentino le dijo que conocía bien el caso de su hijo, quien fue sentenciado a muerte en Texas hace 19 años.    “íSi habré rezado por ese cordobesito!”, asegura que le dijo Francisco, refiriéndose a la ciudad natal de Víctor Hugo Saldaño.

El breve encuentro en febrero de 2014 dejó a Guerrero con más esperanza de la que había sentido en años con respecto al futuro de su hijo, quien dijo que es culpable de homicidio pero que ha sido llevado hasta la locura mientras espera su ejecución.

Francisco, de nacionalidad argentina, es un fuerte crítico de la pena de muerte. Como la mayoría de los países latinoamericanos, Argentina no tiene pena capital.

Quienes están en contra de la pena de muerte esperan que Francisco presione a los legisladores para una abolición durante su visita a Estados Unidos el mes entrante, y Guerrero reza por que el papa interceda por su hijo.

Peticiones similares por parte de papas y políticos de otros países con frecuencia llegan a oídos sordos, y son aun más improbables en Texas, el estado con más ejecuciones en Estados Unidos.

Pese a ello, el papa Juan Pablo II consiguió en 1999 el indulto por parte del gobernador de Missouri, Mel Carnahan, a nombre de un prisionero próximo a ser ejecutado, a quien se le conmutó la pena por cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

“No tengo ninguna certeza que Francisco va a pedir la clemencia para mi hijo, pero tengo esperanza.”, dijo Guerrero, de 67 años.

La esperanza se basa en varios factores, desde el encuentro papal hasta la contienda legal que rodea la sentencia de muerte dictada a Saldaño. En 2002, la Suprema Corte federal devolvió la sentencia de muerte a la Corte de Apelaciones Penales de Texas, para una revisión, debido a que la etnicidad hispana de Saldaño era uno de los criterios que el jurado tomó en cuenta al momento de decidir entre la pena capital y la sentencia de por vida en prisión.

En 2004, Saldaño tuvo un nuevo juicio de sentencia, en el que no se tomó en cuenta su nacionalidad, y nuevamente se le otorgó la pena de muerte.

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