Yoselín de Jesús nunca pensó que su hija Elpidia, de 19 años, atravesaría una situación tan deprimente como la que vive hoy. Hace dos años la vida le cambió drásticamente, luego que al mes de dar a luz una niña, produjera un líquido que le abultó el estómago al punto que parecía que estaba en estado nueva vez.

Explica su madre que luego que le extrajeron el líquido, su hija desarrolló una hernia en el estómago, y ésta se explotó dentro, algo de lo que no se percataron hasta que ya había producido un grave daño. Elpidia fue operada y desde entonces todo ha ido de mal en peor.

“Los médicos le diagnosticaron que ahora también tiene el corazón grande, y el desgaste físico que tiene es aún situación espeluznante», narró acongojada madre.

«El desgaste físico que tiene la ha vuelto piel sobre huesos, es muy duro verla así», explicó Yoselín con la voz entrecortada. 

Sostuvo que tras la operación, su hija se mantiene con la herida abierta, la cual debe ser curada diariamente.

No recibe las atenciones médicas necesarias. La vida se le escapa día tras día, puesto que aunque Elpidia debería estar ingresada en un hospital recibiendo atenciones médicas, está en su casa, ubicada en el sector Pueblo Nuevo de Los Alcarrizos, atendida por su madre y rodeada de todas las precariedades imaginables por no tener seguro médico.

De Jesús manifiesta que los médicos del hospital Vinicio Calventi, que es donde se consulta actualmente, sólo le indican medicamentos muy costosos, que ella no está en condición de comprar porque tiene ocho hijos más a los cuales mantener, además de la nieta.

Pidió ayuda para que su hija reciba atenciones médicas «como se debe» y además para comprar los medicamentos, la alimentación especial que lleva y los pañales desechables de adultos que utiliza.

Yoselin dice además que su hija se deprime constantemente y que ella ya ha agotado todos los recursos por lo que le es imposible hacer más  a lo que se suma que la pareja de su hija la abandonó y ni si quiera se encarga de su hija de año y medio.

De su lado y haciendo un esfuerzo sobrehumano para hablar, Elpidia pidió ayuda porque quiere ver a su hija crecer y darle una buena educación.

 Si alguna persona desea ayudar a esta joven puede hacerlo llamando al 829-460-6253 y al 809-983-0443. Su contribución, por más mínima que sea, puede salvar la vida de Elpidia.