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Ana es una madre soltera, residente en Los Alcarrizos, cuya casa ha sido azotada por la tormenta Franklin y también por la negligencia de la Unidad Ejecutora para la Readecuación de Barrios y Entornos (URBE), quienes se han encargado de destruir el hogar que con tanto esfuerzo ha construido.
El pequeño hijo de Ana tiene ocho años y varios problemas de salud, lo que hacen de su situación aún más difícil.
Lluvias son paliativos a sequía en zonas como Baní, Azua y Pedernales
“El 30 de septiembre del 2022 me atracaron llegando de ir a reclamar a la URBE en la entrada de los Alcarrizos, he ido con cartas, todas las formas posibles de ser recibida y comunicada con ellos las he intentado, pero me ignoran y maltratan”, declaró la ciudadana.
Ana ha intentado diversos esfuerzos para comunicarse con las autoridades correspondientes a las construcciones y desalojos que hace la institución y las respuestas han sido el silencio o la tajante y mal dicha “usted está jodiendo mucho”, esta última ofrecida por la ingeniera a cargo de la obra.
“Hace 15 días llamé a la ingeniera, ella se llama Lucillys y lo que me dijo fue que yo estaba jodiendo mucho y me cerró la llamada”, en medio de la desconsolación narró Ana.
En fecha lunes 21 de agosto, Ana realizó un reclamo a los trabajadores de la URBE presentes en la zona de los Alcarrizos para que todos los restos de tierra que ellos acumularon en su casa fueran recogidos y estos se limitaron a acumularlos y ahora con las fuertes lluvias de la tormenta todos estos se han adentrado en su casa causando daños a sus electrodomésticos.
“Hoy desde temprano he estado llamando a la institución y los ingenieros y me cortan la llamada”, añadió Ana.
Al momento Ana se encuentra con su casa inundada y medio sumergida en la tierra, todo esto debido al descuido de los colaboradores de la Urbe.
