Con una toalla blanca Marisol de Jesús limpiaba las lágrimas que rodaban por sus mejillas. Su rostro mostraba el dolor de una madre a la  que le han matado  a su hijo de forma injusta.

 Ernesto Díaz de Jesús, su primogénito, fue  asesinado por el cabo de la Fuerza Aérea Dominicana  Cristian Cueto, quien alegó haberlo confundido con un atracador. El hecho ocurrió  entre las avenidas 27 de Febrero y Tiradentes el jueves.

La mujer afirma que su hijo no era un delincuente como ha dicho la Policía. “Félix era bondadoso, trabajador y nunca estuvo vinculado a nada delictivo, ni tuvo problemas con nadie”.

 El joven de 23 años de edad estaba casado y tenía un niño de dos, quien no duerme por la falta que le hace su padre.

“¿Dónde está papi?”, así pregunta Félix Augusto a su abuela y a su madre, explica Marisol, mientras un grito profundo le corta la voz.

 En su humilde vivienda en el sector Los Kilombos, de El Café de Herrera, la madre de Félix Ernesto, quien hace tres años también perdió a su esposo y padre de sus hijos, Teobaldo Augusto Díaz, dice no saber que está pagando.

“La vida no me ha tratado bien. Primero se muere mi esposo de cáncer y ahora matan a mi muchacho. Ese hijo mío nunca me abandonó, siempre hizo todo por mí y sus hermanos Lucía y Miguel”, precisa.

 El sobreviviente.  Jary Ismael Marte, quien trabajaba junto a Félix como supervisor de la Asociación de Propietarios de Vehículos de Concho de la avenida  27 de Febrero  (Asoprocavefe), da su versión de los hechos.

   “El día que a Félix lo mataron, nosotros teníamos más de 10 días diciéndole a Antonio D’ Oleo, el dueño del  carro que supuestamente íbamos a “atracar”, que saliera de la ruta, ya que estaba trabajando ilegalmente. Entonces, cuando veníamos de este-oeste por la 27, yo me detengo  y le digo que estamos cansados de hablar con él. El hombre se subió y empezó a hablar duro. Cuando arrancamos que pasamos por Industria y  Comercio, yo siento ese disparo; Félix me dice ‘me dio’, en eso se le parte la cadena al motor, yo trato de orillarme cuando le tiraron el otro y él dijo “me mató”, así narra Jary  cómo fueron víctimas de una confusión que le costó la vida a su “buen amigo”.

Pero la acusación de Jary va más allá. “Mire, la supuesta mujer que alega la íbamos a atracar es la esposa del cabo que mató a Félix, ellos tienen una coartada”, asegura.

El joven de 20 años recuerda que cuando lo esposaron, que  estaba tirado en el suelo, el cabo, quien es seguridad en el Ministerio de Industria y Comercio, le dijo  a D’ Oleo, el chofer ‘pirata’, que mintiera y alegara que los jóvenes lo querían atracar “para que a él (el cabo) no lo apresaran por haber asesinado a Félix de manera injustificada”.

 Marte asegura que en  la Policía lo amarraron con soga y no le  dieron ni agua.

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La Policía

Diego Pesqueira, vocero de la Policía Nacional, señaló que ese organismo realiza las investigaciones en coordinación con el Ministerio Público.

  El sindicato

Pedro Gómez, secretario general de Asoprocavefe, indicó que Félix Ernesto Díaz de Jesús tenía un año trabajando como supervisor de la ruta de carros de la avenida 27 de Febrero y actuaba con decencia.