Estoy arriesgándome a escribir de Madre Teresa de Calcuta y su vida comprometida con Jesús. Soy protestante y pastor ordenado; sin embargo, la Biblia no nos habla de protestantes o Católicos, nos habla de vivir en la luz y amar y dar sin esperar.

Madre Teresa de Calcuta es un axioma y un desafío para todos aquellos que hemos decidido seguir a Jesús como Señor.
Esta mujer trabajó con aquellos que han sido olvidados por la sociedad y por muchas congregaciones que se llaman seguidores de Jesús.
Vivió y respiro la teología creada en la calle, en el polvo, en el sufrimiento; lo que yo he denominado: La teología axiomática.
Su conducta es evidente e incuestionable. Sus pasos están en consonancia con la doctrina del Maestro de los maestros, Jesús.
Por más de 45 años se movilizaba en nombre de Jesús para atender a los leprosos, enfermos, moribundos y a los distanciados-olvidados.
Entonces, el pasado domingo 4 de septiembre, Agnes Gonxha Bojaxhiu, conocida como Madre Teresa de Calcuta fue canonizada para pasar a la esfera de una Santa.
Yo, como pastor protestante aplaudo y promuevo esta acción.
Escribo mi sentir porque soy libre y creo que muchas veces estamos correctos doctrinalmente, pero en la práctica estamos equivocados. La vida de Madre Teresa de Calcuta está por encima de muchas de nuestra creencias, su evangelio fue y es tangible y axiomático.