SORANGE BATISTA
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A pesar de que parir, criar y formar hijos es una labor ardua, para muchas mujeres se torna aún más difícil  por contar sólo con el amor, la responsabilidad innata y dos manos como aliadas para poder ejercer su rol.

Esas cualidades describen a doña Agustina Marte, de 72 años: y a Belkis Encarnación, de 25, madres que en sus respectivas generaciones han tenido que vivir en carne propia la dureza de la precariedad.

Tras la mesita de un ventorrillo en La Ciénaga, Agustina hizo 10 embarazos, el último a los 50 años, y a fuerza de voluntad ella y su esposo Rafael Carmona enfrentaron todas clases de penurias.

Una de las que recuerda con más dolor es la muerte de a quien ella llamó “Carita Linda”, uno de sus varones que murió un Día de Reyes con apenas un año. “Él estaba bien, de pronto vomitó algo verde y murió. Yo creo que fue un mal que me le echaron”, expresó la señora, que actualmente vive junto a su compañero en la  casita donde tuvo y crió a sus hijos, que hoy le han dado 21 nietos y 14 biznietos.

A las situaciones negativas  suma las inundaciones en su vivienda, que eran frecuentes; y los problemas respiratorios que padecíam sus hijos.

“Aunque sigo pobre y pasamos trabajo, me siento bien porque saqué mis hijos adelante como pude, ellos no son ricos pero al menos ninguno me salió delincuente”, aseguró al tiempo de ofrecer una sonrisa.

Desafiando sol y agua. Ajustada a otra realidad, Rosa Medina está desde las 7:30 de la mañana vendiendo tarjetas de llamadas en los semáforos, para mantener a Lisa y Carlos, de 7 y 5 años.

“Solo llegué a tercero de bachillerato y esto es lo que puedo hacer por ahora. El papá de los niños no les da nada”, dijo la joven.

Explicó que deja a sus niños dormidos en la mañana a cargo de su mamá y solo los ve en la noche, cuando regresa.

Dice que el poco tiempo que puede compartir con ellos lo aprovecha para aconsejarlos. 

Zoom

Abnegada y dispuesta
Mientras muchas madres hoy celebran junto a su familia y a otras los hijos les llevan flores a los cementerios, también hay un número importante que se encuentra ejerciendo su papel, olvidadas en fechas especiales.  Es así el caso de Yolanda Gonzáles, a quien ayer le ingresaron asu niño de 12 años   en el hospital Robert Read Cabral por pulmonía y pasará el “Día de las Madres” ocupada en la atención de su hijo.

El tributo de este día se rinde a todas las mujeres que con sus propias realidades han demostrado que no por casualidad fueron elegidas para ser llamadas ‘mamá’.