POR CARMEN MATOS
Los dolores de parto sorprendieron a Rosanna y a Altagracia en el Liceo Las Américas, de Manoguayabo donde se refugian desde el pasado lunes, cuando la crecida del río Haina se llevó todo lo que tenían.
El hacinamiento, las carencias alimenticias y la desesperación pasaron a un segundo plano cuando a estas mujeres les llegó el momento de alumbrar en medio de un aula de clases.
Pese a que atravesaron momentos de angustia, sus bebés nacieron en el Hospital de Emgombe y más tarde les fue habilitada una vivienda, completamente equipada, donde residen junto a otras ocho mujeres.
Las Historias
A Rosanna Darío le tocó primero, ya que su bebé Adonis, conocido por muchos como Noel, nació la mañana del martes de cinco libras y media en el Hospital Engombe.
Sin embargo, la doméstica, de 27 años de edad, narró el temor que sintió la tarde del lunes cuando pensó que tendría que dar a luz en el plantel educativo que también habitan otras 168 personas, en su mayoría niños.
Ella y su esposo, Pedro Lorenzo, mecánico de profesión, tienen otros dos hijos; Erifer, de seis años de edad y Jennifer, de cuatro.
El alumbramiento para Altagracia Chelía, una inmigrante haitiana, fue más dificultoso, ya que como explicó su esposo Diego tuvo que hacer malabares para que fueran atendidos en el referido centro asistencial.
Pero como ella señala, todo valió la pena, ya que finalmente dió a luz a Shantal, una saludable bebita que pesó cinco y tres cuartas de libra.
Ambas familias vivían en el sector Juan Guzmán, uno de los más afectados del municipio Santo Domingo Oeste.
Una promesa
Los cientos de damnificados que habitan en el Liceo Las Américas en Manoguayabo, manifestaron sentirse esperanzados porque el presidente Leonel Fernández les aseguró que va a resolver con ellos.
La mayoría de afectados vivía en el sector Juan Guzmán que resultó devastado tras la entrada del río Haina.