Madres emprendedoras

Madres emprendedoras

Apuro esfuerzo, dedicación y entrega han logrado superar múltiples obstáculos. Sus hijos son el motor inspirador que les hace levantarse cada día y emprender nuevos retos.

A propósito de celebrarse mañana el Día de las Madres, La Esquina Joven conversó con progenitoras, cuya condición de extrema pobreza no ha sido limitante para sacar a sus hijos hacia delante.

Una de esas luchadoras, Isabel Jacquez, narró que a muy temprana edad se vio forzada a abandonar su provincia natal, San Juan, para vivir en la capital con el interés de finalizar el bachillerato, pues allí, en ese tiempo, solo impartían clases hasta octavo grado.

Llegó a Santo Domingo, apoyada por una hermana, quien la acogió en su hogar. Si bien Isabel no pudo terminar sus estudios por razones económicas, siempre mantuvo su sueño de infancia de tener un salón de belleza.

Es por esto que inició con servicios domésticos y luego trabajó en un salón de belleza. Con el paso del tiempo, decidió capacitarse en el programa Progresando con Solidaridad en un curso de estilista, para luego emprender su negocio desde su hogar.

Además, hizo otros cursos que le han brindado conocimientos diversos que también le ayudan a generar ingresos, como confección de colchas y cojines, floristería, repostería, manualidades, bisutería y peluches.

A medida que ha pasado el tiempo y gracias a préstamos obtenidos en el banco Adopem, su negocio ha crecido, lo que combinado con sus otros oficios le ha permitido echar adelante a sus tres hijos, con quienes reside en el populoso sector capitalino de Capotillo.

“Las mujeres nunca deben darse por vencidas, deben de luchar y estar siempre positivas”, expresó.

De igual manera, Jazmín Soto es un ejemplo de que cuando se quiere se puede. Con tres meses de embarazo de su segundo hijo, le diagnosticaron comienzo de trombosis endovenosa.

En vez de amilanarse, decidió junto a su esposo instalar una cafetería, ya que por su condición, no podía emplearse.

En principio solo vendían jugos y tostadas. Hoy es un colmado con todo tipo de provisiones.

Su primer préstamo fue de RD$20 mil, lo que ha aumentado, hasta llegar a RD$150 mil. Tiene en proyecto ingresar a la universidad.

Iris Gutiérrez, tras superar un problema de depresión que la mantenía encerrada en cuatro paredes y sin deseos de hacer nada, se insertó al mercado laboral informal, con la instalación de un pequeño negocio de comida rápida en el que se gana el sustento de sus tres hijos.

En tanto, Elba Miguel Díaz, madre soltera de dos niños, se dedica a la venta de ollas y otros artículos de la cocina. También maquilla a domicilio.

De su lado, Sarah Calderón, madre de tres adolescentes de 15, 14 y 11 años, dice que no descansa ni un instante. Su tiempo lo divide entre su familia y dos pequeños negocios; uno de repostería y otro de tapicería.

Aurelia María Genao es madre de un niño de diez años. Se dedica a la confección de ropa, cortinas, colchas, cojines y cenefas.

Otras madres emprendedoras que participaron en el conversatorio fueron Rosa Elena Puello, Nereida Castro y María Magdalena García. Todas forman parte del programa Progresando con Solidaridad, que desarrolla la Vicepresidencia. Agradecieron el apoyo en todo este proceso de crecimiento de los últimos años.

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