Madres fallecidas fueron recordadas en cementerios

Madres fallecidas fueron recordadas en cementerios

POR MARIEN ARISTY C.
Con un tapón en el que había que durar más de treinta minutos, cruzar por  la entrada del Cementerio Cristo Redentor era casi una proeza a causa del congestionamiento que provocaron los ciudadanos que fueron  ayer a  limpiar  tumbas y colocar flores con motivo del Día de las Madres.

Aunque con menos aglomeración, al Cementerio Cristo Rey también asistieron muchas personas a honrar la memoria de sus madres fallecidas.

Lo mismo sucedió en el Cementerio Nacional de la Máximo Gómez, donde por demás resulta muy incómodo entrar ya que hay que sortear  los trabajos  del Metro de Santo Domingo.

 Una vez dentro, los cementerios ofrecen una triste y descuidada imagen: nadie les da mantenimiento y, aunque muchos familiares los visitan y cuidan de los entornos, hay quienes se han olvidado completamente de los suyos.

 EL olvido de los Cristos

» A pesar de todos los impuestos que en este país se está pagando, cada uno tiene que venir  a limpiar su tumba porque esto está abandonado», se quejaba ayer Víctor Cortorreal mientras limpiaba los alrededores del mausoleo que tiene en el Cementerio Cristo Redentor. Quienes no hacen lo mismo que él, y tienen a sus familiares en tumbas al ras del suelo,  corren el riesgo de perderlas bajo las malezas. Y en el peor de los casos pueden encontrarse con que han sido profanadas. Eso sucede, por ejemplo, con la que fue la tumba de alguien que se apellidaba Aponte García, tal como se puede leer en el pedazo de lápida  sobre las yerbas que crecen dentro de la tumba que ahora está llena de basura.

Justo al lado, se adivinan los hierros del que fue el ataúd y se ven algunas ramas que podrían confundirse con huesos, o viceversa.

Para evitar que eso le suceda, la familia Ventura decidió construir un mausoleo en el que descansan Carmela Rosario y Francisca Ventura Vargas.

«Antes teníamos que limpiar las dos tumbas de al lado para que no se ensuciara la de nosotros. Hasta les poníamos flores. El Ayuntamiento sólo nos cobra los impuestos pero no hace nada aquí”, se lamentó Marina Ventura.

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