Madres Plaza de Mayo evocan 30 años lucha

Madres Plaza de Mayo evocan 30 años lucha

BUENOS AIRES (AFP).- Las Madres de Plaza de Mayo, con sus emblemáticos pañuelos blancos, volvieron este lunes al lugar donde nacieron para evocar los 30 años de una lucha por derechos humanos que comenzó con la búsqueda de sus hijos desaparecidos durante la dictadura argentina entre 1976 y 1983.

“Hasta la victoria siempre, queridos hijos”, rezaba la leyenda de un gran cartel colgado en un escenario frente a la Casa Rosada (gobierno), en homenaje a las víctimas del régimen, entre ellas los 30.000 desaparecidos que contabilizan los organismos de derechos humanos.

Encabezadas por Hebe de Bonafini, su líder histórica, las madres participaban de un acto y un espectáculo con artistas populares, sobre la tribuna montada frente a la Pirámide de Mayo. Dicha Pirámide, que representa la República, es el monumento alrededor del cual dieron sus primeros pasos en 1977, cuando la policía de la dictadura les pidió que ‘circularan’, lo que dio origen a las famosas rondas del movimiento.

Tres décadas después, las Madres consolidaron su poder institucional con la administración de una universidad, una radio y una librería propias, además de promover la construcción de viviendas en asentamientos precarios.

“Las Madres seguimos pariendo sueños”, había declarado Bonafini, quien en 1988 había pronunciado la frase que sintetizaba sus objetivos, al afirmar que “no queremos que comprendan nuestro dolor, sino que entiendan nuestra lucha”.

Así fue como los emblemáticos pañuelos blancos fueron conocidos en todo el  mundo como símbolo de resistencia y demanda de justicia.

“La Plaza de Mayo tiene una fuerza centrífuga. Esta lucha nos dio una dimensión que nadie esperaba, ni nosotras mismas”, había comentado Bonafini a la AFP.

La entidad había cumplido la semana pasada su ronda número 1.562, cómputo que se inició el 30 de abril de 1977 en el peor momento del terrorismo de Estado, con oleadas de secuestros y asesinatos de opositores al régimen.

Fueron 14 mujeres las que se reunieron por primera vez en la Plaza de Mayo, lugar de históricos mitines y manifestaciones populares desde la etapa fundacional del país, cuando en el Cabildo del Virreinato de Buenos Aires empezaron las luchas por la independencia.

Eran amas de casa que habían dejado las cocinas para emprender la búsqueda de sus hijos, en completa soledad, incluso sin respaldo de organizaciones de izquierda, blanco preferido del régimen, y tampoco de los partidos políticos tradicionales, donde algunas figuras mantenían vínculos con los jefes militares.

“Nos han parido nuestros hijos”, fue una de las frases más elocuentes e ilustrativas lanzada por Bonafini desde que se iniciaron las marchas.

“Nosotras le agregamos sentido a la maternidad, la socializamos”, agregó Bonafini, de 79 años, con dos hijos y una nuera desaparecidos.

En sus 30 años de acción sin desmayo, las Madres llevaron su demanda hasta el Vaticano, donde lograron entregarle una carta al entonces papa Juan Pablo II.

También consiguieron impulsar causas judiciales por terrorismo de Estado en tribunales de Alemania, Francia, Italia, España, entre otros países europeos.

Su infatigable andar las llevó también a la ex Yugoslavia, donde en pleno bombardeo de la OTAN contra Serbia, Bonafini actuó como escudo humano contra los bombardeos.

Su acción le valió a la dirigente una distinción “del Pueblo de Yugoslavia” en 1999.

En 1989 fueron distinguidas con el Premio “a la lucha por la Vida” por la Universidad alemana de Essen, además de otros galardones como el Premio UNESCO de Educación para la Paz, recibido en París en 1999.

En 2006, recibieron en Italia el Premio Nonino al ‘Maestro de nuestro tiempo’, y fueron condecoradas en Ecuador con la Orden del Mérito.

Calles, plazas y monumentos llevan el nombre ‘Madres de Plaza de Mayo’ en ciudades de Alemania, Holanda, España y Francia.

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