Madrigal, absurdo y perjudicial proyecto

Madrigal, absurdo y perjudicial proyecto

SALVADOR B. DÁJER S.
Madrigal es un proyecto negativo, absolutamente extemporáneo, lesivo a intereses vitales de la República en lo social y en lo ecológico, y económicamente irrealizable, tal como lo describiéramos en un artículo publicado en el periódico HOY del 25 de septiembre del 2000 titulado “Haina sí, madrigal no”, reiterado también en HOY, en fecha 05 de abril del 2002 bajo el título ¿cómo, madrigal otra vez? del que a continuación copiamos algunos párrafos ilustrativos: “…Haina sí, por que Haina es la fuente idónea para el acueducto de Santo Domingo, con una presa en el Coco de Pedro Brand, en el mismo sitio en donde fue construido el Dique de Ochoa, que es la obra derivación del Canal de riesgo del Haina”…

Madrigal no, porque:

a) Es una obra extravagante, sumamente costosa, social, económica y ecológicamente.

b) Inoperante por errores fundamentales en su concepción y diseño.

c) Obra proyectada hace más de 25 años como presa de 96 metros de altura, a ser realizada en dos etapas a través de 15 años, a un costo de US$400 millones de dólares, que al día de hoy es definitivamente incosteable.

d) Con un hipetrofiado embalse de 400 millones de metros cúbicos, con 14 kilómetros de largo y 3 kilómetros promedio de ancho que inundaría 64 mil tareas (40 millones de metros cuadrados de terreno) de agricultura perenne, de incuantificable valor.

e) Destruiría por inundación 14 kilómetros de la carretera de Medina y 9 kilómetros de la Autopista Duarte, con la consecuente desaparición de una docena de pueblos, y la obligada reubicación de millares de familias que tienen allí su habitad y sus sustento, como Ochoa, Los Algarrobos, Loma Sucia, Cataño, El Catalán, La Rosa, La Cuchilla, San Miguel, Lomas Lindas, Hato Viejo, Caobal, Madrigal, etc., hasta los suburbios de Villa Altagracia…”.

La solución adecuada, como anteriormente se mencionó, es la de una presa en el mismo sitio donde está construido el Dique de Ochoa de derivación para el Canal de Haina, con una altura de 50 metros, un almacenaje de unos 100 millones de M3, una superficie inundada de apenas 10 mil tareas y una regulación de 8 M3/ seg. Debido a lo reducido del área de embalse los daños a los poblados, a la agricultura y a la carretera de Medina serían mínimos y no tocaría la Autopista Duarte. Vale la pena destacar su múltiples cualidades por comparación con las de Madrigal:

a) El costo de Haina sería de unos US$100 millones en vez de los inestimables de Madrigal.

b) La posible total ejecución en 4 años ó menos en lugar de los 15 años de Madrigal.

c) La misma regulación y aprovechamiento de 8 M3/seg.

d) La producción de unos 2,400 KW potencia ó 20 millones de KWH/año, no contemplados en Madrigal.

e) Los daños a la agricultura y la reubicación de familias son muy bajos. Con Madrigal, entre otros, no hay con qué pagar los daños a la agricultura ni absorber el valor de 40 millones de metros cuadrados de terreno en las cercanías de la capital.

f) La cuenca afluente de 400 km2 no aporta el volumen de agua necesario para llenar los 400 millones de M3 del embalse, por lo que Madrigal no se llenaría nunca, ni podría servir el agua por gravedad…”.

Haina sí, Madrigal no, pero teniendo en cuenta que antes de iniciar esa o cualquier otra obra que aporte nuevos caudales acuíferos, habría que hacer la determinación pitométrica de las cuantiosas pérdidas de agua, más del 50% por filtraciones debido al mal estado de las tuberías de la red del acueducto. El comienzo de la solución del problema es la reducción al mínimo de las filtraciones por reparación ó sustitución de las tuberías.

Colofón:

Quizás sea prudente terminar haciendo la aclaración de que el agua no está entre las necesidades prioritarias de una nación, si no que ella es única. Es la prioridad sin paralelo, la existencia misma de la vida humana, animal y vegetal.- 

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