Madrugan sedición a Luis Abinader

Madrugan sedición a Luis Abinader

Ubi Rivas.

Disponer nuestro presidente inicio más de 70 obras en 181 días de su administración, entre ellas el corredor avenida Nùñez de Cáceres avanzando extenderlas a las principales arterias del DN, eliminará caos chatarras u obsoleto concho.


Donar su salario de RD$450 mil destinados a obras interés social, parece ser demasiado desconcertante impacto a oscuros y retrógados sectores frisados en el tiempo por oxidantes inoperancias y estulticias.


En vez de acoplarse a la semoviencia de estos innovadores y prometedores tiempos pautados por nuestro bisoño gobernante, esos sectores, logreros, oportunistas y con cero coeficiente de solidaridad social, se decantan por la sedición, pretendiendo madrugar por vericuetos arteros, la cornucopia de iniciativas de nuestro gobernante en beneficio de todos.


Un díscolo legislador del PRSC que en elecciones recientes obtuvo 73,918 votos presidencial y 356,292 total, que soterradamente usa de tonto útil y ariete de presión para fines revaluatorios apedrea el Congreso, amenaza subvertir la fecha patria magna, y la cámara baja luce renuente para procesarlo y expulsarlo.

Profesores y empleados de la UASD, que nos cuesta al contribuyente una millonada con cuestionable reciprocidad utilitaria, detiene la docencia ante el chantaje de aumento salarial, representando RD$426 millones, aumentando a 10 por ciento, traduciendo RD$852 millones al año, obviando que empleados públicos conforme Constitución no están facultados a demandas salariales ni a huelgas.


Todo comenzó cuando nuestro gobernante anunció el 29-09-20 disponer para este año mejorar sueldos policías, destapando la caja de pandora de aumentos salariales, en tiempos de pandemia y agobio económico consecuente, despertando la codicia salarial a otros sectores que entienden ser considerados como los policías.


Hay dos lecturas en este tejemaneje. Primero, la noble intención presidencial.
Segundo, la ausencia de consejeros presidenciales conviniendo a nuestro gobernante sofrenar sus laudables ímpetus sociales, conforme a estrechas circunstancias.

Más leídas