Maduro afirma que «los golpistas volvieron a demostrar que no tienen palabra»

Maduro afirma que «los golpistas volvieron a demostrar que no tienen palabra»

Brasilia, (EFE).- El canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó hoy en Brasilia que la negativa del Gobierno de facto de Honduras a permitir la salida del presidente depuesto Manuel Zelaya «volvió a demostrar que los golpistas no tienen palabra».

Maduro, quien hoy se entrevistó con su homólogo brasileño, Celso Amorim, dijo a periodistas que Venezuela desconocía la finalmente frustrada negociación que existía para facilitar el viaje de Zelaya hacia México, pero dijo que la apoyaba «solidariamente».

Según dijo hoy Amorim, el propio Zelaya solicitó a Argentina y Brasil que intercedieran para lograr que pudiera llegar a México, lo que fue impedido por el Gobierno de facto, que le negó el necesario salvoconducto para abandonar la embajada brasileña en Tegucigalpa.

«Esto demuestra que la palabra de los golpistas no vale nada» y que «es imposible negociar con ellos», declaró Maduro, quien instó a América Latina a «mantenerse en una posición muy firme» contra el Gobierno de facto y a ser «solidaria» con Zelaya y la democracia.

El canciller recordó que «ya hubo una primera experiencia» cuando Zelaya llegó «a conversar con los golpistas y a firmar un acuerdo antes de las elecciones», pero sostuvo que el Gobierno hondureño «se burló de ese acuerdo, de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de toda la comunidad internacional».

Maduro reafirmó que Venezuela no reconocerá «de ninguna manera» ni el proceso electoral del pasado 29 de noviembre, ni tampoco a Porfirio Lobo, elegido presidente en esos comicios.

«Montaron un gran fraude», afirmó Maduro, quien apuntó que «no se puede permitir que venga una dictadura, monte un proceso electoral fraudulento y haya Gobiernos latinoamericanos que vengan a decir que hay que pasar la página», en alusión a los países que reconocieron tanto el proceso como la elección de Lobo.

Según Maduro, la única manera de solucionar la crisis hondureña es «la restitución del presidente constitucional (Zelaya) y de las garantías constitucionales para todo el pueblo».

En segundo lugar, indicó que «los propios hondureños deben tener la posibilidad de expresarse libremente en un proceso electoral confiable y legal, con autoridades legítimas, y de que se les garantice el derecho a una constituyente».

Manuel Zelaya fue expulsado de Honduras el 28 de junio pasado por los militares y destituido horas después por el Congreso, que nombró en su lugar al entonces titular de ese órgano, Roberto Micheletti. EFE

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