Maduro: «A nadie le conviene una Venezuela desestabilizada, violenta y en caos»

Maduro: «A nadie le conviene una Venezuela desestabilizada, violenta y en caos»

CARACAS. AFP. El presidente Nicolás Maduro advirtió hoy que «a nadie le conviene una Venezuela violenta y en caos» y pidió a la prensa internacional «que no siga atacando tanto» a su gobierno, sumergido hace días en una «guerra económica contra la burguesía y el imperialismo».

A tres semanas de las cruciales elecciones municipales y mientras el gobierno ordena rebajas de precios y envía tropas a las tiendas, Maduro convocó a la prensa nacional e internacional para defender al país de una «campaña mundial antivenezolana», que hizo creer que «hay una guerra civil interna».

En un cuadro de inflación del 54% anual, un dólar que en el ilegal mercado paralelo supera ya nueve veces al oficial y escasez de diferentes productos, Maduro también rechazó de plano una devaluación, se jactó que por primera vez en la historia del país bajan los precios y prometió «arrasar» con los corruptos cuando el Congreso le otorgue la semana próxima «superpoderes» para gobernar por decreto.

«A nadie le conviene una Venezuela desestabilizada, violenta y en caos. Venezuela, estabilizada, en paz, creciendo y desarrollándose es la mayor garantía de estabilidad energética en el mundo, de paz en la región y de prosperidad en el mundo», aseguró el presidente, electo en abril por apenas 1,49% de diferencia sobre Henrique Capriles.

Maduro se opone a una devaluación

Maduro, quien recibirá la semana próxima «superpoderes» durante un año para gobernar por decreto en temas de economía y corrupción, negó en forma rotunda cualquier posibilidad de devaluación, aunque admitió que dentro del gobierno hubo quienes apoyaban esa idea.

«No está previsto corregir ningún diferencial cambiario. Lo que está previsto es fortalecer nuestra moneda. Necesitamos una moneda fuerte. Yo no concuerdo con las tesis (de corrección), que las ha habido en el debate», dijo Maduro.

Con un estricto control de cambios desde hace una década, el dólar en Venezuela cotiza en el mercado oficial a 6,30 bolívares desde febrero, pero en el ilegal mercado paralelo ronda los 60 bolívares, el doble que hace dos meses.

Maduro, en cambio, anticipó sin dar mayores detalles un plan para crear mecanismos que atraigan dólares para inversiones extranjeras o de venezolanos del exterior.

«Vamos a crear mecanismos para atraer los dólares que se fueron de este país. También vamos a tomar normas muy estrictas para evitar la fuga de capitales.»

La consultora Ecoanalítica estima en 145.000 millones de dólares la fuga de capitales registrada entre 2003 y 2012, cifra que equivale a 18 meses de exportaciones petroleras venezolanas. El país sudamericano posee las mayores reservas mundiales de crudo.

Acerca de la ofensiva de ordenar rebajas de precios, el jefe de Estado se jactó de que «por primera vez en la historia de Venezuela bajan los precios. Aquí todo el mundo decía: ‘lo que sube no baja’. Nunca se cumplía la ley de gravedad».

«Con esta ofensiva económica estamos buscando la estabilización de los precios justos y reales que estaban inflados en márgenes descarados, vergonzantes y abusivos».

Los «superpoderes» presidenciales

Maduro anticipó que cuando reciba los «superpoderes» del legislativo -el Parlamento llevará a cabo el próximo martes la segunda y definitiva votación- sacará una ley por decreto para regular los márgenes de comercialización de las diferentes cadenas productivas.

«La primera ley habilitante que vamos a sacar es la ley de límites a las ganancias. Es nuestra ley de costos, precios, ganancias y salarios», afirmó.

Pero el jefe de Estado rechazó que esa ley abra el camino hacia una estatización o colectivización de toda la economía. «La Constitución garantiza las más amplias libertades de actividad económica, no de especulación (…) Nuestro modelo socialista incluye la libertad económica en diversos actividades».

Acerca de la «guerra económica» denunciada por su gobierno, sostuvo que «no hay economía en el mundo que aguante un asedio psicológico como el que sufre Venezuela».

Si no hubiera habido «una guerra tan perversa» contra el país, la inflación estaría ahora entre «un 16 y un 18%» y las inversiones en dólares y en bolívares» habrían sido «más efectivas».

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