CARACAS. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, saludó este domingo la renovada oferta del papa Francisco de mediar en la crisis del país, mientras la oposición descarta retomar un diálogo político paralizado desde diciembre.
«Si digo diálogo, huyen despavoridos, no quieren diálogo. Ayer arremetieron contra el papa Francisco. Yo respeto las expresiones del papa Francisco», expresó Maduro en su programa semanal en la televisora estatal VTV.
El papa dijo este sábado estar dispuesto a una mediación del Vaticano con «condiciones claras», si bien aseguró que «la oposición está dividida» en torno a la reactivación de las conversaciones.
El pontífice volvió a tratar la crisis venezolana este domingo, llamando a cesar la violencia y encontrar «soluciones negociadas».
Ello en medio de masivas manifestaciones opositoras que han derivado en disturbios, con saldo de 28 muertos y centenares de heridos y detenidos desde el 1 de abril.
Maduro calificó este domingo las protestas como «una arremetida violenta para caotizar a la sociedad, asaltar el poder político e imponer en Venezuela una contrarrevolución».
«Lo que ellos han hecho en abril no tiene nombre», expresó el mandatario.
La oposición abandonó la mesa de diálogo en diciembre al acusar al chavismo de incumplir acuerdos en función de la aprobación de un «cronograma electoral» y la liberación de «presos políticos«.
Julio Borges, presidente del Parlamento, de mayoría opositora, dijo este domingo que enviará una documento al Papa a través de la Nunciatura Apostólica que ratifica las exigencias de los adversarios de Maduro, con «elecciones generales» como centro.
Borges subrayó la petición de Francisco de «condiciones claras». «El Papa dice cosas muy interesantes.
En primer lugar que, si no hay garantías, acá no hay posibilidad de avanzar», señaló.
El sábado, el excandidato presidencial Henrique Capriles descartó retomar las conversaciones.
«Los venezolanos, todos, queremos dialogar, pero no estamos dispuestos a un diálogo Zapatero», declaró.
Aludió así al exgobernante español José Luis Rodríguez Zapatero, quien encabezó una misión de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) que junto a la Santa Sede acompañó las fracasadas negociaciones el año pasado.
Capriles ha puesto en duda, en varias ocasiones, la neutralidad de Rodríguez Zapatero.