POR ODALIS MEJIA
Desde agosto del año pasado, las maestras de la Casa Infantil Comunitaria Madre Teresa de Calcuta, de Gualey, no cobran sus salarios, por lo que la Junta de Vecinos de ese sector pidió a la Secretaría de Educación el pago de los sueldos atrasados.

Carlos Antonio Betances, del comité gestor de la casa infantil, informó además que los 132 niños de cinco a seis años que reciben docencia allí no reciben la merienda escolar.

Dijo que el centro tiene cinco años en funcionamiento y que se ha mantenido operando gracias al concurso de la comunidad, pero que las autoridades educativas lo mantienen en el olvido.

Expresó que si el gobierno tienen que brindar más apoyo a las iniciativas educativas como las Casas Infantiles Comunitaria, ya que brindan educación inicial a la niñez de los sectores pobres que no pueden pagar un colegio privado.

Asimismo, apuntó que si las autoridades quieren verdaderamente enfrentar la violencia y la delincuencia deben invertir más en la educación del pueblo, ya que la falta de espacios para recibir la enseñanza empuja a los jóvenes a delinquir.

«Esperamos que las autoridades que tienen que ver con la niñez y la educación nos ayuden con esta digna labor para juntos combatir la violencia y la delincuencia brindando amor y educación respetando los derechos y deberes que nos otorga la Constitución», apuntaron Betances y Ana Francisca Rodríguez, quien es maestra del centro.

Betances informó que un gran número de los niños que reciben educación inicial en la Casa Infantil Comunitaria son hijos de padres que están encarcelados o provienen de hogares destruidos, por lo que necesitan una atención especial.

Las Casas Infantiles Comunitarias forman parte de un proyecto de educación inicial que pusieron en ejecución las pasadas autoridades educativas y que era financiado por un fondo especial del Banco de Desarrollo Interamericano (BID).

Mediante el mismo se brinda educación integral a niños pobre en edades  entre cuatro a cinco años que no pueden asistir a la escuela regular, en centros ubicados en los sectores donde residan.

Las educadoras de las Casas Infantiles Comunitarias recibían un incentivo de RD$1,500 al mes, además de una beca para estudiar magisterio a nivel superior. Actualmente las educadoras están estudiando, pero no reciben su salario.