Maestros de JEE narran situaciones están afectando su calidad de vida

Maestros de JEE narran situaciones están afectando su calidad de vida

En varios centros educativos de la Jornada Escolar Extendida (JEE) en el Distrito Nacional, Santo Domingo Norte, Santo Domingo Este y de Los Alcarrizos, directores y maestros, principalmente mujeres, lucen agotados y desaliñados por la carga docente que tienen durante ocho horas, sin descanso, de lunes a viernes.
Muchas maestras tienen que lidiar todo ese tiempo hablándoles a los estudiantes, mandándolos a callar, a sentarse, a no pelearse. Desempeñan el papel de niñeras y docentes, de manera especial las de los niños que se encuentran en los primeros grados de enseñanza.
A la hora del almuerzo tienen que ir con ellos a hacer las filas y motivarlos para que coman, regularmente en las aulas por falta de comedores.
Los maestros pasan largas horas con niños y adolescentes que exhiben distintos comportamientos.
La mayoría de las veces los estudiantes solo ven durante las ocho horas a la misma profesora por la falta de talleristas. Es el caso de la escuela Profesor Félix Moreno, en Sabana Perdida. Esa escuela tiene buena infraestructura, cuenta con su comedor y espacio de biblioteca sin anaqueles. Hay tres aulas vacías por la falta de maestros.
A la directora del centro, Justina Ramos, se le nota preocupada. Ella dice que ha rebajado varias libras porque no tiene el apoyo de los padres, los cuales provienen en su mayoría del barrio El Cachón, donde se informó se consume y vende a toda hora cualquier tipo de bebidas y hasta sustancias prohibidas.
“Yo estoy desgastada. Tengo que ir a buscar a los estudiantes a sus casas porque sus padres no los envían. Hay otros que tengo que llevarlos para que los peinen y les pongan su ropa limpia, pero esto es una batalla”, manifestó la gerente del centro, quien se formó como docente en una escuela de Fe y Alegría.
En esa escuela los estudiantes quieren resolver todo con violencia. Sus aspiraciones, porque así se lo han expresado, es ser “capo” para tener dinero y mujeres”. Ante la advertencia de que los pueden matar, dicen que sus familias se quedarían ricas.
En cada una de las escuelas de Jornada Escolar Extendida visitadas se encontraron historias distintas.
Las recorridas por reporteros de HOY fueron la Fidel Ferrer, del Ensanche La Fe; República Dominicana, de Villa Juana; liceo Manuel Aurelio Tavárez Justo y España, de Villas Agrícolas; Aída Cartagena Portalatín, de La Zurza; centro de excelencia Profesora Cristina Billini Morales, Fe y Alegría y el politécnico San Valero en Los Guaricanos.
Además, Profesor Félix Moreno, en Sabana Perdida; Centro Educativo San José, Fe y Alegría y Manuela Díez, en Pantoja; y Max Henríquez Ureña en Los Alcarrizos. También la escuela República de Colombia, del Ensanche Luperón; y el politécnico María de la Altagracia, en Los Mina.
Se pudo observar que todos los directores consultados están conscientes de las debilidades que tienen los centros que regentean y por tal razón buscan estrategias para dar respuestas a las mismas.
Hay soluciones que no dependen de ellos, como las de la asignación de talleristas, construcción de comedores, nombramiento de profesores y más aulas para descongestionar aquellas que están superpobladas y que se tornan inmanejables para los maestros.
Hay docentes que tienen que desarrollar su genio para impartir distintas actividades que hagan divertida las clases. Maestros consultados expresan que no tienen espacio ni tiempo para distraerse, planificar sus clases ni para ir al baño.
La profesora Polina Torres, de la escuela República de Colombia, tiene en su curso 45 estudiantes del tercero de la primaria.
“Yo no tengo tiempo ni para respirar, 45 muchachos con deficiencias de lecto escritura y matemáticas”, dijo. Para ayudar a sus tres hijos en las tareas tiene que acostarse cuando llega de la escuela.
Dice que ella tiene que esperar que los 45 estudiantes almuercen y descansen para luego ella comer.
“Son niños con conductas diferentes, tengo que estar atendiéndolos. Mira cómo están ellos, se paran, se dan, se maltratan. Si te descuidas se tiran el arroz, las cucharas, los platos, esto no es nada fácil”, expresa con desesperación la maestra.
Igualmente Zoila Monción, maestra de la escuela Aida Cartagena Portalatín, dice que el agotamiento se le comienza a notar antes de terminar su jornada de trabajo de ocho horas. “Llegamos con nuestros cabellos arreglados y ya a las tres de la tarde parecemos gallinas”, subrayó.
No todo anda mal. Hay centros educativos en los que se observa la implementación de estrategias por parte del equipo director, docente y de apoyo, que contribuyen a un mejor desarrollo y funcionamiento de la JEE. Por ejemplo, en la escuela Fidel Ferrer, cuyo director es Policarpio Sánchez, a pesar de tener como dificultad mayor la falta de un comedor, tienen bien organizados los momentos en los que los niños van a almorzar. Igualmente los maestros se apoyan para tomar algunos momentos de descanso.
En la escuela República Dominicana su directora, Mildred Feliú, mantiene el orden en el centro con una “campanita”. Ella se las ingenia para tener talleristas provenientes de la comunidad y que le brindan su respaldo.
En el liceo Manuel Aurelio Tavárez Justo hace falta un comedor. Allí se observa orden, a pesar de que los estudiantes provienen de barrios vulnerables, donde la violencia es predominante. Sin embargo, su directora vive innovándose para tener todo bajo control.
Asimismo, el director de la escuela Aída Cartagena Portalatín, José Luis García, tiene buena aceptación de la comunidad educativa. Los estudiantes lo abrazan y le expresan cariño. Ha logrado tener vigilado por medio de cámaras de seguridad 16 puntos de la escuela para tener bajo control a los estudiantes.
Un buen ejemplo de organización y planificación es en la escuela Manuela Diez, en Pantoja, cuya directora es Marielis Pimentel.
En el caso de la escuela República de Colombia su directora quisiera que la JEE funcione a la perfección pero hay situaciones que se escapan de ella como la disponibilidad de más aulas para descongestionarlas. En el Ensanche Luperón, como en otros lugares, hay déficit de escuelas por falta de terrenos.
Mejores salarios. Los maestros que están en JEE ahora tienen otras preocupaciones. Antes manifestaban preocupación por los bajísimos salarios, los gastos en transporte y en alimentos. El primer Gobierno de Danilo Medina ha cumplido con la asignación del 4% del PIB para la educación preuniversitaria, que representan más de 129 mil millones en el último año. Los maestros han sido beneficiados de cuatro aumentos consecutivos de salarios y se alimentan en la escuela.

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