POR MARIEN A. CAPITAN
Decenas de maestros del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo se concentraron ayer frente a la Secretaría de Educación solicitando entregar un documento en el que le exigían a las autoridades que aumenten el salario, repongan a los maestros cancelados, le paguen a los docentes que laboran sin cobrar y regularicen la situación del Seguro Médico para Maestros (SEMMA).

Como las autoridades se negaron a recibirles y cerraron los accesos de la sede de la cartera, los maestros decidieron convocar a un paro de labores por 48 horas que se llevaría a cabo el miércoles y jueves de la próxima semana.

Así lo habían advertido los docentes congregados en las consignas que coreaban. Una de ellas decía, por ejemplo, “”. Entre las demás, resaltan “Alejandrina, agente represiva”, “Un metro para qué, si no hay con qué comer”, “Esta lucha va pa’lante, no hay Germán que la aguante”, “Si no resuelven, que se vayan”, “Los abusos de poder, detener, detener” y “Más solución, menos represión”.

Al hablar sobre las demandas, Pedro Aguasanta, presidente de la seccional de la zona norte del Comité del Distrito Nacional de  la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), manifestó que han degradado a muchos directores y cancelado a varios maestros sin justificación. Es el caso, citó, de José Rivera, del Liceo Juan Pablo Duarte; María Magdalena Vargas, de la Escuela San Rafael de Los Guandules; Manuel Emilio Pérez, del Palacio Escolar España; y Francisco Sánchez, de los liceos Honduras y Juan Pablo Duarte.  

Por otro lado, la dirigente María Teresa Cabrera denunció que a muchos maestros le están descontando de RD$2,500 a RD$4,000 de sus salarios. Esto se debe a que las autoridades no están reconociendo el incentivo por titulación, lo que puede representar hasta un 30% del salario que percibe un profesor.

PARA ENTRAR: CON ESCOLTA

Entrar a la Secretaría de Educación era toda una odisea el día de ayer. Con la manifestación en pie, la presencia de agentes policiales se intensificó a gran escala en la sede de la cartera.

Bastantes policías tendría que haber cuando cada persona que llegaba a la puerta de Educación era escoltada por un agente mientras se movía en el interior del edificio. “Acompañe a las señoritas hasta Relaciones Públicas”, ordenó el coronel de turno cuando un par de periodistas se acercaron hasta él.

Acompañar resultó ser poco. A cada paso, una sombra. De girar, moverse o hacer lo que sea, el agente estaba presto a seguir a su “escoltado” hasta donde fuera necesario con tal de que nadie tuviera libertad de movimiento el día de ayer.

¿Qué podía temerse cuando los maestros que lanzaban consignas estaban al otro lado de la Máximo Gómez? A pesar de que la actitud de los docentes era tranquila, éstos estaban cercados por los policías.

Quizás la intención era intimidar a los profesores. De cualquier forma, llamaba la atención que Educación estuviera tan protegida el día de ayer. Ojalá que los agentes que allí estaban no sean los que se acaban de incorporar a la Policía Escolar pues se supone que éstos deben estar en los planteles y no en la sede de la cartera.