Maestros se quejan  por  baja calidad de servicios de salud

Maestros se quejan  por  baja calidad de servicios de salud

“Llueven” las quejas de los maestros y de sus familiares afiliados  al Seguro   Médico para Maestros (Semma) de Santo Domingo y de Santiago porque los médicos llegan tarde a las consultas, las citas de los especialistas son colocadas con un espacio de tiempo muy largo, y la cobertura del seguro no es amplia.

Además, hay maestros que se quejan porque le han aumentado de manera unilateral  la cotización de la ARS y le  han reducido la  cobertura de los medicamentos.

En una visita imprevista que hizo ayer el presidente de la ADP, Eduardo Hidalgo, al  seguro de Santo Domingo, salió a relucir un conflicto entre ese gremio y el Colegio Médico Dominicano (CMD).

Allí coincidieron sus presidentes Hidalgo y Amarilis Herrera, quienes en conversación sobre las dificultades que confrontan los maestros al solicitar servicios de salud, propusieron   establecer un mecanismo de comunicación para que médicos y maestros “fumen la pipa de la paz”.  

Es que hace semanas más de 60 médicos han paralizado los servicios de salud en el Semma de Santiago en reclamo de una serie de reivindicaciones, mientras los maestros y sus familiares están pasando las de “Caín”.

Tienen que trasladarse desde los puntos más lejanos y cercanos de la capital para que los médicos atiendan sus problemas de salud. Pero en el Semma de Santo Domingo la situación no es la mejor, según reportaron maestros que sufren diversas dolencias.

Hidalgo anunció que solicitará  un apoyo de RD$20 millones mensuales al presidente Danilo Medina Sánchez para  la recuperación del centro en Santo Domingo y  Santiago. Llegó al hospital del Semma a las 9:00 de la mañana. Recorrió la emergencia, laboratorio y áreas de  consulta.

Escuchó los lamentos de maestros que están vigentes en las aulas y otros pensionados con problemas serios de salud, pero también que vienen de lugares lejanos como Chirino, Monte Plata; de San Juan de la Maguana y de  San Cristóbal.

 Una señora se quejaba porque estaba en el hospital desde las 6:00 de la mañana y le dijeron que no podían atenderla ese día que tenía que volver en otro momento. “En esos 15 días que me pusieron para volver yo me muero”, dijo Mercedes Hernández. Además de tiempo, dicen, gastan dinero.

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