Hoy 
CHIQUI VICIOSO
No he perdido el asombro original, por eso observo con suma atención las manifestaciones, generalmente emotivas, de nuestros hombres y mujeres frente a los desastres naturales.
Tomemos el caso de la reciente tormenta tropical Noel, que según los cálculos ha provocado la muerte de 86 dominicanos y dominicanas y el surgimiento de cientos de programas de radio y televisión, y maratones de todo tipo para ayudar a los damnificados de la furia de la naturaleza, esa que periódicamente se cobra la constante violencia de los desalmados contra bosques, ríos y mangles, resultado de una rapiña mayor y de una actitud de sálvense quien pueda que nos está conduciendo al abismo.
Todos los medios de comunicación se han empleado a fondo en estimular los mejores sentimientos de la nación, y la gente ha correspondido, como siempre, al llamado de sus comunicadores y comunicadoras más respetados, aportando lo poco o mucho que tiene; sin embargo, hay otro Noel más persistente, más terrible en su furia, más cotidiano, que requeriría la misma movilización de los medios, el mismo corre-corre de nuestra gente: es la violencia contra la mujer.
Sus víctimas no son 86, ya alcanzan casi unas doscientas y aun no terminamos el año. Sus víctimas suceden todos los días, son reportadas todos los días, son enterradas todos los días. Son generalmente muchachas jóvenes, a quienes les cercenaron las manos, las mató un profesor acomplejado y obseso, un adúltero prepotente, un ex-militar, un guachimán que no duerme, un drogadicto o un hombre frustrado. Y no hay corre-corre, ni campanas masivas, ni operativos de emergencia.
Por eso, este 22 de noviembre, a tres días de la conmemoración del aniversario de la muerte de las Hermanas Mirabal, Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, antepondremos la belleza a la violencia doméstica trasladándonos a Santiago, al Gran Teatro Cibao, para presentar el espectáculo de danza-teatro MAGDALENA, y celebrar el 20 aniversario del Núcleo de Apoyo a la Mujer, y las 84,000 mujeres que con tanto esfuerzo han ayudado en los barrios marginados de Santiago, Moca, Licey y La Vega, en una permanente labor de solidaria entrega.
Ya el Fondo de Población de Naciones Unidas, la Secretaría de Cultura, el Grupo León de Santiago y la UASD nos acompañan. Que no falte un solo santiaguero y santiaguera a este espectáculo de danza-teatro, donde Edmundo Poy, director de la Escuela de Danza Moderna, acompañado de un excelente elenco de ocho bailarines y bailarinas, un actor y actriz, con escenografia de Pascual Meccarielo, presentarán dos espectáculos. Uno a las once de la mañana del jueves 22, totalmente gratuito para estudiantes, y otro a las siete de la noche, con un precio de colaboración de quinientos pesos, para apoyar la construcción de un local para el Núcleo de Apoyo a la Mujer.
Un espectáculo donde cuatro magdalenas modernas: una trabajadora doméstica, obrera de zona franca, oficinista y estudiante de secundaria, rememoran a esa otra Magdalena redimida por el amor. Magdalenas víctimas del río de agua sucia de la extrema pobreza, del lodo de la falta de esperanza, del puente roto de la indiferencia colectiva. Magdalenas a la espera de un permanente y cotidiano maratón de solidaridad.
