Magistrados peruanos protagonizan escándalo

Magistrados peruanos protagonizan escándalo

EL CALLAO, Perú (AFP).- La segunda audiencia del juicio público a Abimael Guzmán, fundador de Sendero Luminoso (SL, maoísta), concluyó el viernes en un escándalo protagonizado por los propios magistrados, en un proceso en que ellos parecían los acusados, constató la AFP.

   El presidente del tribunal, Dante Terrel, y el juez José de Vinatea fueron severamente cuestionados por los representantes del Estado, en tanto que el tercer integrante, Carlos Manrique, se abstuvo de seguir en el proceso.

   Los incidentes se produjeron mientras Abimael Guzmán y los miembros de su estado mayor presenciaban absortos y boquiabiertos -y a ratos sonriendo- el espectáculo de los integrantes del colegiado.

   El magistrado Terrel fue criticado por el procurador antiterrorista, Guillermo Cabala, quien lo acusó de haber «defendido a terroristas cuando fue abogado» y le pidió que se apartara del proceso.

   Cabala respaldó el pedido del fiscal del proceso, Edgar Chirinos, quien momentos antes había culpado a Terrel del incidente registrado la semana pasada en que Guzmán y los otros coacusados con el puño derecho en alto lanzaron arengas revolucionarias y vivas a Sendero Luminoso.

   Por su parte, Carlos Manrique, el tercer integrantes del tribunal, anunció que «por decoro y delicadeza» se abstenía de intervenir en el juicio debido a que había adelantado opinión en anteriores procesos contra Guzmán y Víctor Zavala, otro de los inculpados.

   De Vinatea, también fue puesto en duda por el fiscal y el procurador, quienes dijeron que, al igual que Manrique, participó en un proceso anterior que involucra a los acusados. Por lo tanto, le pidieron se inhiba.

   El altercado obligó a que la audiencia fuera suspendida hasta el próximo lunes para solucionar los cuestionamientos entre los magistrados.

   «¡Qué imagen que estamos dando, esto es lamentable!», dijo uno de los abogados de los líderes senderistas al referirse al fuego cruzado entre los jueces, al subrayar además que «los inculpados parecen los magistrados y no los integrantes de Sendero Luminoso».

   Tras ser objeto de recusación, Terrel se defendió y precisó que no dejaría la presidencia del tribunal porque «un magistrado debe cumplir con su deber y no debe dejarse presionar por la prensa, la opinión pública ni los acusados».

   Al referirse al aprovechamiento que hicieron los senderistas la semana pasada al corear consignas ante la prensa, el magistrado anotó que ante ese incidente «hubiera querido que (los senderistas) sean apaleados, pero un juez no es un verdugo».

   Subrayó que por lo sucedido ha sido víctima del «escarnio público y se ha mancillado mi honor», mientras se percibía un ambiente de tensión en la sala de audiencias de la base naval del puerto El Callao al oeste de Lima.

   Hasta ese momento la atención estaba centrada en si Guzmán volvería a levantar el puño o a lanzar nuevas arengas junto a sus camaradas como la semana pasada. Pero esta vez todos entraron sin mayores aspavientos y convenientemente separados.

   Al fundamentar su pedido contra Terrel, Chirinos refirió que lo sucedido en la anterior audiencia «ha remecido los cimientos pétreos de la sociedad civil en forma negativa».

   «Esto ha conllevado a que la opinión pública entre en desconcierto sobre si habrá o no una correcta administración de justicia», añadió.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas