El asesinado presidente de Haití Jovenel Moise, muerto a tiros la madrugada de hoy en su residencia privada, enfrentó durante su gobierno estructuras de poderes económicos y políticos que lo llevaron a ser odiados por muchos enemigos en su país, de acuerdo a lo revelado en un reportaje difundido por el periódico El País.

El trabajo, firmado por Jacobo García, reseña un conjunto de enemigos del Moise, a quien calificaban como autoritario, colocando en a los dueños del negocio de electricidad del país, controlado por la familia Vorve, a los cuales desvinculó del sector, acción que fue valorada entre sus principales logros.

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Asimismo, el trabajo difundido en El País (elpais.com), resalta que otro enemigo del «impopular» presidente fueron los que controlan en la actualidad la economía de la nación, a quienes el asesinado gobernante el atribuía la intención de un golpe de estado, así como de intentos de magnicidio.

También se señala que decenas de senadores conformaban otro bloque de enemigos del mandatario, por éste poner en riesgo su empleo y los negocios que en forma paralela tenían, al impulsar una reforma a la Constitución de la nación que buscaba la conversión en un Parlamento unicameral, la Asamblea y Senado.

De igual forma, Jacobo García resalta en su reportaje para El País que la designación de un primer ministro de su cercanía creó incomodidad y generó enemigos en la cúpula de su partido, el PHTK.

Finalmente, concluye con que otro enemigo de Jovenel Moise fue Venezuela, la cual «respondió filtrando documentos» sobre una presunta corrupción del gobernante en el programa PetroCaribe, lo que derivó en escenificación de protestas. Señala que la acción de Venezuela estuvo motivada por el acercamiento de Moise a Estados Unidos y su decisión de romper con el país sudamericano.