Para Magnolia Concepción, el deporte más que un fin de conseguir trofeos, medallas y méritos, es un medio para que los jóvenes logren alcanzar una profesión, que en el futuro le pueda ser el soporte y que no necesiten para vivir tener que mendigar en resto de su vida, como ciudadano.
El deporte es parte importante para la vida de un ser humano, que puede llevar a una persona al estrellato, siempre y cuando se dedique con interés, apuntó la ex selección nacional de voleibol que le dio muchos triunfos al país en los eventos internacionales.
A su juicio , los triunfos no llegan, hay que buscarlos con gran interés para obtener los lauros en los diferentes eventos.
Mi gran deseo es que cuando un joven se dedique a la práctica de su deporte favorito, junto a las actividades deportiva, realicen sus estudios para que lleguen a ser un profesional en la carrera de su preferencia y así cuando termine su carrera deportiva, tenga un medio para vivir decentemente, junto a su familia, apuntó la ex atleta, que es una leyenda del voleibol dominicano y del área.
Magnolia, nativa de San Francisco de Macorís, pero por su condiciones de gran atleta a pequeña edad fue convocada para formar parte de la selección nacional juvenil y sin conocer bien la capital dominicana, pasaporte en manos viajó a los Centroamericanos y del Caribe juveniles de voleibol, celebrado en Caracas, Venezuela, en 1970.
Como una juvenil pueblerina, de la década del 70, logró que sus padres le dieran permiso para viajar a la ciudad capital, para buscar nuevos horizontes en el deporte, decisión que fue provechosa para ella, sus familia y el deporte dominicano, que ganó una estrella del voleibol.
Llegue a la capital a vivir en la casa de Giorive Arias y Mayo Sibilio, junto a otras atletas que buscábamos formar parte de la selección nacional, donde le agradecemos a los dos destacados deportistas que nos dieron un lugar donde vivir y proyectarnos y demostrar nuestra calidad, dijo Magnolia, al conversar con redactores de Hoy, para la sección de Atletas de Siempre, bajo la supervisión de Fran klin Mirabal, editor deportivo de este diario.
El inicio no fue fácil, luego nos llevaron a una pensión en el malecón, donde teníamos que coger bolas para ir a los entrenamientos en la cancha de la UASD, apuntó. Magnolia, a pesar de sus cualidades, tuvo suerte, pues primero formó parte de la selección de baloncesto, luego los profesores Rolando Miranda, Marcelo Richiez y el profesor Papaní, vieron las condiciones de la destacada atleta francomacorisana, la llamaron a la selección ya que Heyda Joaquín se había lesionado y de ahí en adelante, se consagró como una gran atleta, hasta llegar al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.
La leyenda del voleibol, no se conformó con la bola, la malla y la cancha y gracias a Frank Krawinkel, consiguió una beca y estudiar en APEC, logra el título de licenciada en Administración de Empresas, luego una maestría en ingles, en Toronto. Jugó para Codetel, la empresa al ver su preparación académica, llegó a una alta posición y luego formó una empresa que le brinda servicios.
Comenzó a jugar a los nueve años, ya que la cancha de voleibol y baloncesto de su pueblo, estaba frente a su casa y sus padres le permitían practicar. Comenzó a destacarse en los Juegos Nacionales, de 1970. Fue presidenta del 2002-2005, de la Asociación Nacional de Mujeres Ejecutivas, Empresarias y Profesionales (ANMEPRO) y de otras entidades empresariales .En el 1987, fue galardonada por el ayuntamiento de su cuidad natal San Francisco de Macorís, como Hija Meritoria del Ayuntamiento en el año 1995, recibió el bronce en la categoría de equipo del premio a la calidad y servicio al cliente en el GTE. Awards en Dallas, Texas, en el 1996 fue exaltada al Salón de la Fama del Deporte de la región Nordeste: En el marco de la Cena Olímpica del año 1997, el Comité Olímpico Dominicano la galardonó como Atleta de la Patria, en el año 1999 fue nombrada Gloria del Deporte Dominicano. Por sus méritos deportivos y empresariales, en el año 2006 el presidente Leonel Fernández Reyna le entregó la medalla al mérito a la mujer dominicana , que otorga el Ministerio de la Mujer, en el Día Internacional de la Mujer.
ZOOM
Una familia feliz
Una familia feliz. Magnolia tiene 33 años de casada con el ingeniero Rafael Omar Landestoy. Con dos hijas Michelle, graduada de diseño interior y la menor Marcelle, doctora veterinaria, quien continuará sus estudios en los Estados Unidos. Está feliz pues cumplió 33 años de matrimonio, donde ha estado siempre en un ambiente familia, con sus hijas, que no se dedicaron al deporte, pero son profesionales.