Mahatma Gandhi, apóstol del pacifismo y la confraternidad mundial

Mahatma Gandhi, apóstol del pacifismo y la confraternidad mundial

La calle Mahatma Gandhi fue designada con ese nombre a sugerencia del dictador Rafael Trujillo quien consideró que el ilustre adalid de la India había ofrecido al mundo el alto ejemplo de su apostolado de pacifismo y confraternidad mundial.

En carta enviada el doce de abril de 1961 a José María Bonetti Burgos, entonces presidente del Ayuntamiento del Distrito, el gobernante motivaba su petición explicando que “con justo título fue denominado Mahatma, cuyo significado etimológico es “Gran alma”, con el cual ha pasado a la historia” y decía que el reconocido luchador por la libertad vivió y personificó el sentido de la paz.

“Abogado famoso, cuya profesión ejerció en Sudáfrica, nadie defendió como él los derechos hindúes. Todo su saber lo puso al servicio de la vasta comunidad que vio en él su salvaguardia, su orientador, su maestro y su apóstol, desde la tribuna, la prensa, el parlamento y la Magistratura”, expresaba el generalísimo en extensa carta que se publicó en primera página de El Caribe.

Añadió que en la lucha inmensa que libró Gandhi como encarnación del destino de su patria “sufrió persecuciones, apresamiento, vejámenes, pero se irguió ejemplarizador con verdadera unción pues había en él, que descolló como letrado, filósofo, sociólogo, filósofo, orador y periodista, cierta particularidad mesiánica con que vivió y luchó con absoluta integridad hasta su muerte”.

“Apoyado en los conceptos precedentes someto al elevado criterio del Cabildo dignamente presidido por usted la conveniencia de que sea honrada la memoria del ilustre maestro que fue de su actual líder nacional Jawharlal Nehrú, primer Ministro de la India, dando su célebre nombre a una de nuestras vías urbanas, haciendo efectiva la resolución en acto público solemne”.

[b]Repudió la violencia[/b]

El Caribe dedicó su editorial de ese día a ponderar el espíritu justiciero de Trujillo por proponer el homenaje a una de las figuras más relevantes de la historia moderna, a un hombre ejemplar que luchó y vivió por la libertad de su pueblo y de todos los pueblos del mundo y que en aras de esa libertad vivió dos mil trescientos treinta y ocho días de su agitada vida privado de ella, encerrado y cárceles y mazmorras.

“Gandhi, que ha hecho en nuestros días y con mayor eficacia lo que en otros tiempos hicieron Francisco de Asís y Catalina de Siena, hizo todopoderosa la debilidad de los justos para dar sentido a la “verdad enloquecida” de Cristo en el sermón de la montaña: “Bienaventurados los mansos, porque de ellos será la tierra”. ¡Bienaventurado Gandhi, que en el secreto de la no-violencia nos entregó el secreto de la mansedumbre”, expresaba el diario.

Citaba a Gandhi, que predicaba: “Para mí, patriotismo es lo mismo que humanidad y humanitario. No he de dañar a Inglaterra para servir a la India”. Pero Gandhi, comenta el matutino, “creía firmemente –y los hechos le dieron la razón- que hacía un gran favor a la Gran Bretaña ayudándola a ser justa con La India y el resultado fue no solo la libertad del pueblo hindú sino un aumento en los recursos morales de la humanidad”.

El Caribe resaltaba como la parte más importante de la herencia de Gandhi, su repudio a “la violencia que entraña para el hombre la dictadura del proletariado y cuando, después de la máxima violencia del siglo aseguró: “No he movido un músculo cuando oí por primera vez que una bomba atómica había destruido a Hiroshima. Al contrario, me dije: a menos que ahora el mundo adopte la no-violencia, significaría cierto suicidio para la humanidad”.

Concluía manifestando que “ha de ser un orgullo para los dominicanos que otro de esos hombres que alimentaron la llama vivificadora de la sociedad humana, Trujillo, el hombre que nos entregó el secreto de la mansedumbre e hizo todopoderosa la debilidad de los justos, rinda a la memoria de Mahatma Gandhi el homenaje que merece”.

[b]La calle[/b]

El diecinueve de abril de 1961 se dio el nombre de Mahatma Gandhi a la antigua calle Cabrera, de Gascue, mediante resolución del Ayuntamiento que al mismo tiempo denominaba como José Cabrera otra vía capitaleña. El entonces síndico municipal, Tomás Báez Díaz, fue encargado para organizar la inauguración y colocación de rótulos.

En una concurrida ceremonia celebrada el ocho de mayo se recordó al prestante líder hindú con un acto en el que Báez Díaz resaltó los méritos del “apóstol oriental que consagró su vida al pacifismo y a la humanidad de los pueblos, formalizando de este modo la brillante iniciativa de otro esclarecido estadista, forjador de nuestra independencia financiera y propulsor de la grandeza nacional, quien ha querido aunar en esta tarde todo lo que tienen de noble y bello dos culturas milenarias, la oriental y la occidental, glorificando y rindiendo tributo a Mahatma Gandhi, padre de la independencia de la India”.

[b]Mahatma Gandhi[/b]

Mohandas Karamchand Gandhi nació el dos de octubre de 1869 en Porbandar, India. Se convirtió en uno de los más respetados líderes espirituales y políticos del siglo veinte. Ayudó a la liberación del pueblo hindú del gobierno colonial inglés a través de la resistencia pacífica, y es honrado como el Padre de la Nación India.

A los trece años de edad casó con Kasturba, de su misma edad. Tuvieron cuatro hijos. Estudió leyes en Londres y volvió a la India en 1891 para ejercer su profesión. Trabajó como abogado en Sudáfrica, donde permaneció veintiún años luchando por los derechos del pueblo hindú. Desarrolló un método de acción social basado en los principios de coraje, la no-violencia y la verdad llamado Satyagraha.

En 1915 retornó a la India donde se convirtió en líder del movimiento nacionalista y dirigió la campaña por la independencia de Gran Bretaña. Pasó siete años en prisión debido a sus actividades políticas. Recurrió al ayuno para impresionar a la gente sobre la necesidad de ser no-violento.

El trece de enero de 1948, a la edad de setenta y ocho años, comenzó un ayuno con el propósito de detener el derramamiento de sangre entre hindúes y musulmanes. Tras cinco días, los líderes de ambas facciones se comprometieron a detener la lucha y Gandhi abandonó el ayuno. Doce días más tarde fue asesinado por un fanático hindú que se oponía a su programa de tolerancia hacia todos los credos y religiones.

El físico Albert Einstein dijo de Gandhi: “Las generaciones del porvenir apenas creerán que un hombre como éste caminó la tierra en carne y hueso”.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas