Venezuela es un país muy particular, y por supuesto que hasta en la manera de celebrar tiene su propio estilo y así lo demostraron en el 198 aniversario de su independencia. La velada ofreció la oportunidad a los invitados de disfrutar de una noche más que agradable, sin discursos, con música en vivo, vinos, bebidas espumosas y bocadillos.
La residencia de la embajadora Mahuampi Rodríguez acogió a representantes de las misiones diplomáticas acreditadas en el país, así como a empresarios, políticos y demás personalidades. Allí recibieron el saludo de la diplomática, quien esperó a sus invitados en el lobby, mientras que desde el segundo nivel descendía la música instrumental alegórica al país suramericano.
Y como de festejar se trataba, Nabiyl Mora, encargado Cultura de la embajada, no pudo contener las ganas de deleitar a todos con su afinada voz, así que improvisó y desde el lobby de la casa acompañó a los dos músicos que amenizaban la celebración interpretando Alma llanera, a la que le siguieron otras conocidas canciones.