Majestuosidad en la mesa

Majestuosidad en la mesa

Utilizar una vajilla antigua es como transportar un pedazo de historia a nuestras mesas. Para los amantes del estilo clásico, la vajilla antigua es una excelente opción para que el espíritu de épocas anteriores llegue a su hogar de la mano de piezas que son imprescindibles en la mesa, tanto a diario como en ocasiones especiales.

Diseños
Desde las clásicas florecitas rosadas hasta los cuadros y las rayas, en las vajillas antiguas hay una gran variedad de diseños.  

 Respecto a los materiales, aunque existen diversidad de ellos, los más habituales son  porcelana y  loza. Igual  ocurre con  los tamaños, que pueden ser desde muy pequeños hasta muy grande. 

Y es que las modas y los fabricantes han dado lugar a una libertad  en cuanto a tamaños y diseños; sin embargo, la elección de los diseños  clásicos tiene como ventaja que  pasan menos de moda, y son más fáciles de combinar. Para diario o reuniones informales puede contar con una vajilla de diseño más moderno y atrevido.

También para decorar
Otra de las grandes ventajas que tienen las vajillas antiguas es que se pueden usar como adornos.

De hecho, colocarlas en una vitrina para que tanto los miembros de la casa como sus visitas puedan verlas, es una forma de   impregnar belleza y elegancia a ese rinconcito de su hogar.

Así cada uno de sus comensales se dará un baño de toda la nostalgia y la ternura que evoca su vajilla antigua.

Qué debe contener una vajilla clásica

Una vajilla debe estar compuesta, al menos en su formato más básico, de: platos hondos,  llanos y platos de postre. Las vajillas más completas pueden llegar a tener un número de piezas elevado, aunque muchas de ellas no se suelen utilizar excepto  en contadas ocasiones. Puede encontrar vajillas con platos y tazas de consomé, soperas, salseras, bandejas de los más diversos tamaños y formas, platos especiales para espárragos, caracoles o cualquier otro de estos platos. . Cuidado con utilizar elementos poco comunes de la vajilla que puedan poner en un compromiso a sus invitados. Recuerde que aquí también es válida la famosa máxima de que más es menos, por lo que no debe de recargar la vajilla ni en número de componentes y mucho menos en diseño, lujo, colores o tamaños.

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