Las compañías telefónicas del país, en mayor o menor grado, prestan servicios muy deficientes a sus usuarios, no obstante los millones de dólares invertidos en sofisticadas plataformas tecnológicas.
No hay que abundar en detalles porque seguro los lectores tienen sus propias malas experiencias para estar de acuerdo conmigo que he utilizado los servicios de las tres más grandes del país. En caso de averías, la más antigua de las que operan aquí, es capaz de someterlo, como me acaba de pasar, a 14 días de espera para resolver un problema que el técnico tomó 15 minutos en solucionar.
El lunes 19 de agosto notifiqué, desde mi celular, la avería del teléfono de la casa y me dieron el número de reporte 15985302 y la seguridad de que en 72 horas mi problema sería resuelto.
Al ver que pasó el período indicado, me apersoné a la oficina comercial más cercana donde fui recibido con mucha amabilidad pero poca eficiencia porque tuve que llamar de nuevo y visitarla dos veces más, sin resultados.
Al pasar los días traté de conversar con alguien de Relaciones Públicas en el 809 220-4299, nunca lo tomaron. Llamé a la central, me transfirieron varias veces a la extensión 2744 y siempre salía una grabación.
Desesperado dejé un mensaje de S.O.S y mi número de móvil para que me respondieran, nadie lo hizo. Transcurridos 14 días, llegó un técnico que en apenas 15 minutos resolvió el problema.
Inquieta saber, ¿quién me va a resarcir las «malas sangres, inconvenientes, gastos de combustible, tiempo, y minutos de celular? . ¿Me llegará la factura por un mes completo de servicios? Esperemos.