Mal tiempo deja muerte y destrucción

Mal tiempo deja muerte y destrucción

LOS ANGELES (EEUU) (EFE).- El número de víctimas mortales por las tormentas que han azotado el sur de California en los últimos días se aproximan ayer a la treintena, mientras continúan labores de rescate en las áreas más afectadas.

   La última cifra proporcionada por los equipos de rescate está en 28 muertos aunque se teme que el número pueda aumentar.

   El número incluye los diez cadáveres rescatados hasta el momento de la avalancha de barro que destruyó el lunes la comunidad californiana de La Conchita, y al menos otros 18 recuperados en la región sur de California.

   Los equipos de rescate sufrieron hoy el golpe más duro a sus esfuerzos al rescatar del barro los cuerpos sin vida de cuatro personas: los de una madre y sus tres hijas.

   Su búsqueda había sido una de las prioridades de los equipos de rescate al conocer con seguridad su presencia bajo el barro, gracias al testimonio del padre de la familia.

   Jimmi Wallet se salvó de la tragedia porque al ocurrir el desprendimiento había ido a comprar helado para sus hijas.

   Aún así la búsqueda de posibles supervivientes continúa ya que al menos 10 personas, residentes de la zona, están en paradero desconocido.

   El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, visitó hoy esta zona para agradecer el esfuerzo mostrado por todos los californianos «capaces una vez más de aunar sus fuerzas en momentos de crisis».

   El gobernador prometió a los residentes de esta zona que hará todo lo posible para que puedan regresar pronto a sus hogares.

   Con la llegada del sol, Los Angeles está intentando recuperar la normalidad, aunque muchas de las carreteras más utilizadas en la urbe, en especial las que atraviesan los cañones entre la zona residencial del valle y el resto de la ciudad, siguen cortadas.

   Tampoco se ha descartado por el momento el peligro de nuevos desprendimientos dado que el suelo californiano, habitualmente seco, está saturado con agua que no ha podido absorber de manera natural.

   El frente de tormentas inusualmente intenso azotó la zona en dos oleadas, por lo que los últimos cinco días de aguaceros cayeron sobre mojado sin que la tierra ni el sistema de desag~es de la ciudad pudieran absorber las nuevas lluvias.

   En estos quince días, Los Angeles recibió un 40 por ciento más de agua de la que acostumbra a tener en todo el invierno, superando todos los récords en su historia.

   Con la llegada del sol al sur de California también ha comenzado un recuento de los daños materiales, que podrían superar los 24 millones de dólares en el sector agrícola del condado de Ventura, las peores pérdidas de una de las principales zonas de horticultura de Estados Unidos desde 1998. EFE

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