República Dominicana dejó muy mala imagen en su primera presentación en un evento de importancia organizado por la FIFA.

El pasado sábado jugó su tercer y último encuentro en el mundial fútbol Sub-20 que se juega en Argentina, terminando con tres derrotas y una diferencia de goles de menos 10 (-10), habiendo anotado un solo tanto, de penal.

Muchos hablan de que fue una buena experiencia, y que esta servirá a futuros eventos. Nosotros creemos que no. Consideramos que el seleccionado dominicano no se comportó a la altura del evento, no fue un equipo mundialista. Y no hablamos de esta mala imagen por las tres derrotas que sufrió, de las cuales estábamos más que seguros que sucederían.

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Hablamos del pobre juego exhibido, tanto defensiva como ofensivamente.

Según los datos que aparecen en la página de la fifa.com y en Espn.com, República Dominicana realizó en los tres encuentros diez (10) disparos a puerta, de los cuales seis fueron entre los tres palos, pero solo tres de ellos de consideración: el gol de penalti ante Nigeria, un disparo (el único) que despejó el portero brasileño en el minuto 45, y uno rechazado por el guardameta italiano en el minuto 100.

El equipo clasificó a este Mundial, pero no se preparó como debía, y por eso el desastroso desempeño, el fracaso, en nuestra primera experiencia mundialista. Y la catástrofe no fue mayor por la soberbia actuación del arquero Xavier Valdez, a quien se le contabilizó la asombrosa suma de 88 goles evitados.

Pero nosotros nos preguntamos, ¿y este técnico seguirá con el equipo? Pensamos que debe renunciar. O que lo “renuncien”.