¡Mala noticia! Dios existe. Y tiene un plan

¡Mala noticia! Dios existe. Y tiene un plan

Rafael Acevedo Pérez

Para muchos dominicanos y gentes de todo el mundo, esto no es una noticia, porque de alguna manera ellos lo saben. Pero para muchísimos, Dios no existe o no tiene ningún interés particular con nosotros como individuos.

Los que van a la iglesia no la discuten sobre su existencia, y sacerdotes y pastores haberse cansado de advertir al respecto. Y nadie espera consecuencias sin avisar porque centros especializados en ciclones y terremotos anuncian esas cosas con una precisión casi milimétrica, y no creen en castigos ni consecuencias.

Y hasta los más analfabetos saben de los acontecimientos en Ucrania y Taiwán, y conocen los pronósticos de los expertos sobre si habrá escasez, si subirán los precios, y sobre el malvado gobierno que subsidia casi todo lo que consumen.

Pero hay demasiada gente que apuesta que lo de que hay un Dios es una ficción, o a que a los extraterrestres quienes nuestra conducta individual no le interesa el Dios. Y, además, sabios muy de moda insisten en el Dios de Espinoza, (un escapismo conexo al ateísmo de judíos perseguidos), versión moderna del panteísmo, la transmigración y el animismo indú, de Buda, Yogananda o Chopra, que no comprometen a nadie con su prójimo y ni siquiera con sus madres.

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Les tengo una mala noticia. Dios no solamente existe, sino que tiene un plan para cada uno de nosotros, a menos que usted se resista y apueste a que su plan personal es mejor, y él no tiene que meterse en su vida suya:

Irving Goffman, en “Instituciones Totales” destacó que los ejércitos, los monasterios, los grupos organizados con objetivos específicos (instituciones) tienen un plan para reclutar, entrenar y preparar a sus miembros para la misión bélica, religiosa o comercial que les ocupa.

La idea es sencilla. Para que nadie alegue que no entendió:

Dios tomó durante siglos a diferentes individuos y los fue instruyendo e interesando poco a poco;
Los sometió a pruebas diversas durante largo tiempo.

Luego los sometió a la completa humillación, los hizo esclavos en Egipto por 400 años; (como se hace con los reclutas y a los novicios);

Luego, antes de convertirlos a miembros de pleno derecho les hizo sufrir 10 pruebas (plagas y represiones de los faraones ¡para que no se les olvidara!, según Éxodo capítulo 10 versos 1 y 2);

Y luego los liberó, para que les sirvieran en su Proyecto, para que fueran sus servidores, no sus “elegidos”, como muchos malentendieron, e hicieron otro proyecto;

Les leyó una cartilla o instructivo “militar”, de 10 mandamientos. Luego los entrenó en el desierto, con todo rigor y disciplina.

Los motivó con una “tierra prometida” (bonificaciones, doble sueldo, pensiones). Se desviaron una y otra vez del Plan, prefirieron el suyo, hicieron lo que les dio la gana. Como usted y como yo.

Nos hemos adueñado de la viña (Mateo 21:33) del Proyecto colectivo e individual: de nuestras vidas, la de toda la humanidad. ¡Entienda el que quiera!

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