Malabarismo Económico-Financiero (Parte 2)

Malabarismo Económico-Financiero (Parte 2)

Continuando con el espectáculo del malabarista, el cual esperemos esté practicando muy bien su show para el 2013, nos complace presentar las particularidades de las bolas que no fueron descritas en el artículo anterior. La importancia del espectáculo radica en la dificultad del malabarista para mantener las bolas en juego, y su complejidad puede estar ligada al peso y/o grueso de las bolas, lo que una pérdida de control de las mismas podría provocar “abucheos” por parte de los espectadores.

Algunas reseñas noticiosas y artículos de economistas, aparecidas en la prensa en los últimos días, revelan que el nivel de la deuda pública se ha incrementado significativamente, con tendencia a continuar su ritmo de ascenso el próximo año, a esto se agrega la escasez de recursos que muestran las finanzas públicas y la imposibilidad de captar recursos frescos por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha congelado momentáneamente cualquier tipo de acuerdo que esta institución pueda ofrecernos de cara a financiar el déficit actual y cumplir con las obligaciones de la deuda y el financiamiento de los futuros déficits. Este hecho llevará al gobierno a emitir más deuda (como la ya anunciada colocación de US$ 1,500 millones en bonos en el exterior) como una solución en el corto plazo y de paso alejar aún más las posibilidades de firmar un acuerdo con el FMI (el cual hasta el momento exige que baje la proporción entre la deuda pública y PIB del 44% al 35%), dependiendo, claro está, de la ponderación que este organismo le otorgue al factor “DEUDA”.

Lo más interesante aquí quizás no sea ver la proporción de la deuda, ya que es algo conocido y que se prevé seguirá creciendo, sino más bien analizar los obstáculos e implicaciones que confrontará el financiamiento de la misma. A simple vista sabemos dos cosas: La ausencia de un acuerdo con el FMI, que de haberse logrado enviaría buenas señales a los tenedores de bonos soberanos por la evaluación sistemática del fondo, y además, la revisión a la baja de la calificación de la República Dominicana por parte de Fitch Rating, que permitiría un aumento de la prima de riesgo que se traduciría en un encarecimiento en las emisiones de deuda en el exterior.

¿Qué puede contrarrestar este impacto negativo? La incertidumbre de la economía mundial que ha mantenido un gran volumen de inversiones en títulos que presentan menores niveles de riesgo a cambio de un rendimiento extremadamente bajo, algo que conocemos como “Flight to Quality”. El beneficio que tenemos ante esto obviamente no es que estamos dentro del “Quality”, sino que desde el punto de vista de un inversor extranjero, sería atractivo colocar en su cartera títulos de República Dominicana para fines de diversificación y mayor rendimiento a menor volatilidad (por reducida correlación de República Dominicana con los mercados financieros internacionales), por lo que se puede producir cierto apetito a nuestros bonos en el mercado internacional. Pero “ojo”, esto podría ser algo coyuntural ya que una vez los mercados de capitales muestren mayor estabilidad, habrá un flujo grande de inversiones a renta variable y a países emergentes, algo que podría afectar el refinanciamiento de la deuda externa en unos años. Influyendo negativamente, la falta de transparencia en las asignaciones presupuestarias y el alto nivel de apalancamiento medido a través de la relación Deuda Pública-PIB, datos revelados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su último encuentro con las autoridades gubernamentales de nuestro país.

Es necesario destacar que los aspectos mencionados anteriormente son de carácter cualitativo y referido únicamente a la deuda del país en el exterior, adicionalmente, es bueno recordar el papel que juega el tipo de cambio en la deuda externa, como mencionamos en la primera entrega sobre esta temática.

Ante las dificultades de colocar deuda en el exterior (por el momento no les será difícil por lo mencionando anteriormente, pero igual recurrirán a emisiones locales), se optaría por colocarla internamente y convertir esos pesos a dólares, por lo que de igual importancia es la emisión de deuda a lo interno del país. Algunas de las ventajas y desventajas que enfrenta el gobierno para refinanciar su deuda y financiar el déficit está ligada a la liquidez y el grado de exposición que refleja el sistema financiero dominicano al sector público.

Creemos que las instituciones financieras están experimentando un exceso de liquidez caracterizado por un decrecimiento en la cartera de créditos de -0.1% entre Dic/2011 y Sept/2012, (excluyendo los créditos al sector público para evitar un análisis sesgado, ver artículo “Desactivación Económica” periódico HOY) y un incremento en las captaciones del público en un 9% en el periodo Dic/2011-Ago/2012. Sin embargo el Banco de Reservas presenta un crecimiento en su cartera de créditos del 14.7% y en sus captaciones solo un 1.8% en Dic/2011-Sept2012, donde a Sept/2012 el 47% de sus créditos fue al sector público y su cartera de crédito en este sector tuvo un crecimiento de 98.4% en Dic/2011-Sept2012.

El exceso de liquidez descrito se traduce en un incremento en las inversiones en un 23.3% en Jun/2011-Jun/2012, periodo en el cual las inversiones en el sector público crecieron un 30.4%, adicionalmente observamos un incremento en promedio de los depósitos remunerados. Considerando este hecho y asumiendo un decaimiento más profundo del crédito, podría originarse un proceso de transición de la banca comercial a la banca de inversión.

La exposición del sistema financiero al sector público es mínima en cuanto a créditos (a excepción del Banco de Reservas), ahora bien, en inversiones observamos lo siguiente:

  • De Jun/2011 a Jun/2012 las inversiones crecieron un 23.3%.
  • A Junio 2012, el 94.5% de las inversiones del sistema financiero consolidado estuvo compuesta por títulos del sector público, mientras que para el Banreservas era del 98%.

En ese aspecto, es un poco difícil aceptar que una institución financiera que tiene el 26% de las captaciones del sistema financiero consolidado, tenga un grado de exposición tan alto al sector público en estos momentos, tanto en créditos como en inversiones.

Estamos conscientes de que estas cifras son aún mayores en estos momentos. Tampoco está claro que en condiciones normales, la deuda pública (siendo en teoría libre de riesgo) ofrezca en ocasiones un rendimiento mayor que la deuda privada, contradiciendo así los fundamentos de la teoría financiera.

Las consideraciones finales de este análisis es que el sector público se ha beneficiado del exceso de liquidez provocado por la contracción del crédito, rebosando el sistema financiero de deuda pública. Lo difícil será mantener este ritmo por mucho tiempo, tal como lo necesita el Estado en estos momentos, ya que el mero desarrollo del mercado de valores llevará a las instituciones financieras a diversificar su cartera (ya sea por nuevos instrumentos financieros, emisores y/o inversiones en el exterior), reduciendo así la exposición al sector público. Un ejemplo de necesidad de diversificación es la colocación de RD$ 390MM (en 5 segundos, y no estamos hablando de High Frequency Trading!!!) por parte de International Finance Corporation, a una tasa de interés considerablemente inferior a la de los títulos del Banco Central de la República Dominicana (BCRD) y Hacienda, en iguales condiciones.

El próximo aporte versará sobre el papel de la tasa de interés en el espectáculo del malabarista y así concluir con la previa de este tan esperado evento.

Nota: Datos ofrecidos por la Superintendencia de Bancos a través de su página web.

*El autor de este artículo es economista.

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