Malecón pierde vista panorámica

Malecón pierde vista panorámica

La visibilidad hacia el Mar Caribe, una de las características esenciales del malecón de la capital, se está perdiendo debido a nuevas construcciones comerciales, la arrabalización y el descuido.

El malecón corre el riesgo de perder su posición como una de las vías panorámicas más importantes del Caribe, cuyo impacto visual se produce por la combinación de la belleza del litoral sur del mar y el componente urbano de la zona. El litoral sur es un área protegida por la ley, pero la construcción no se detienen.

Principalmente a partir de los años noventa, ese litoral ha sido sometido a un proceso de degradación estética, por lo que su condición de parque nacional ha sido seriamente afectada.

Su arrabalización empieza desde el monumento a Fray Antón de Montesinos, donde a pocos metros se están realizando nuevas construcciones destinadas a pequeños negocios.

Al ritmo que va, la vista al mar del malecón podría quedar obstaculizada por una gran hilera de negocios.

Esto se puede percibir en su tramo más importante y de mayor densidad comercial, el que va desde los alrededores del llamado «Obelisco hembra» hasta la avenida Máximo Gómez.

Uno de los ejemplos notables de arrabalización, son los negocios de expendio de comidas y bebidas en las plazas de la avenida costera, donde hay casetas de pésimo valor visual y mal construidas.

También, los baños improvisados, las casuchas hechas sin el menor rigor y los hedores insoportables.

Asimismo, en algunos tramos, el litoral es usado para guardar furgones abandonados y arrojar desechos sólidos de parte de desaprensivos.

Ante esa situación, se entiende necesario que el cabildo de la capital haga un estudio serio, desde el punto de vista urbano y paisajístico, sobre el uso de suelo que se le debe dar a esta importante vía.

La contemplación del mar es una de las razones fundamentales que le dan sentido al malecón, por ser un excelente mirador del espectáculo visual de la costa.

En otras palabras, ese litoral debería tener la función de regulador de los hábitos urbanos y recreativos de los capitalinos.

[b]HISTORIA[/b]

El malecón actualmente es una de las áreas fundamentales de la actividad económica citadina. Cines, restaurantes, hoteles y otros negocios constituyen diversas opciones para el turismo y la recreación.

Es un legado de la llamada «Era de Trujillo», proyecto urbanístico cumbre del dictador que buscaba crear un espacio social más amplio en la urbe, debido a la expansión geográfica de la ciudad extramuros.

El dictador aprovechó las condiciones insulares del país, en este caso el espacio capitalino que bordea el Mar Caribe dentro del llamado plan transformador de la ciudad de Santo Domingo, inaugurando esta avenida el 22 de febrero del año 1936, con grandes festejos.

Desde el punto de vista urbanístico y dejando de lado la megalomanía propia de Trujillo, la construcción de esta vía fungió como descongestionante urbano de una ciudad en proceso acelerado de expansión.

El litoral del malecón fue declarado parque nacional mediante decreto 305 del 29 de mayo del año 1968, que le dio el nombre de Parque Nacional Litoral Sur, con una extensión de 42,000 metros cuadrados que van desde La Caleta, Boca Chica, hasta el kilómetro 12 de la autopista 30 de Mayo.

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