POR ALTAGRACIA ORTIZ GOMEZ
Se estima que unos 1000 dominicanos mueren cada año en el país por problemas relacionados con enfermedades renales; el fallecimiento se produce sin tener los enfermos acceso a diálisis o trasplantes, afirmó ayer el doctor Alberto Flores, nefrólogo.

Flores señaló, asimismo, que sólo unos 850 dominicanos son dializados, pero cada año otros 1,800 pacientes se suman a la lista de enfermos que padecen una enfermedad estrechamente vinculada a la hipertensión arterial y la diabetes.

Flores forma parte del Servicio de Urología y Nefrología y de la Unidad de Trasplante Renal y Diálisis del Centro de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (CEDIMAT), ubicado en la Plaza de la Salud.

De acuerdo a datos ofrecidos por el especialista, si se revisa cualquier unidad de diálisis, del 40 al 65 por ciento de los pacientes que se dializan por enfermedades crónicas, estas son regularmente hipertensión o diabetes.

«Más del 15 por ciento de la población adulta mayor de 40 años o es hipertensa o tiene diabetes y eso la convierte en un potencial candidato a llegar a insuficiencia renal», sostuvo el médico.

Indicó que si los pacientes diabéticos no reciben un buen tratamiento y cuidado de su afección, pueden llegar a tener problemas renales, por lo que recomendó al Gobierno la elaboración de campaña educativas e informativas en torno a la población en riesgo.

A su juicio, uno de los problemas más serios que tiene el país es que la gente no revisa su salud si no tiene una afección o una dolencia.

«Diabetes e insuficiencia renal crónica tienen una especie de alianza que produce morbilidad y mortalidad», expresó el especialista.

No existen registros de mortalidad por enfermedades renales en el país, pero por la cifra de los que se dializan en la actualidad se entiende que la mortalidad es muy alta. Los expertos consideran que supera los 1000 dominicanos.

En los hospitales públicos y el Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), la mortalidad es muy alta, pues se trata de una enfermedad catastrófica, cuyo tratamiento depende en gran medida de los recursos que se inviertan.

«Cada año se registran 1,800 nuevos pacientes, pero los viejos están ahí, y se trata de una enfermedad que deja en quiebra económica y armónica a la familia que tiene un paciente con esa patología», señaló Flores.

Se trata de una enfermedad que rompe la dinámica familiar, pues el enfermo debe dializarse tres veces a la semana, y cada sesión supera los RD$3,500.00.

A su juicio, más que un problema de salud, la enfermedad renal debe ser tratada como una problemática de tipo social.

Analizó que por un problema de cobertura, en el país se debe priorizar la diálisis, como etapa primaria, aunque reconoció que la solución ideal es el trasplante. Un trasplante en el país es muy costoso.

Manifestó que son muy pocos los trasplantes que se realizan en el país, en ningún año se ha llegado a los 60, pero debe trabajarse en buenos programas de diálisis y abaratar los costos de los trasplantes.

Consideró importante que las autoridades tengan conciencia de la realidad de los trasplantes y de la enfermedad renal, de forma que se pueda desplegar una campaña dirigida a la población que tiene predisposición a la enfermedad. Se puede prolongar la vida de un paciente, cuya enfermedad haya sido detectada a tiempo.

Valoró como muy positivo el acuerdo firmado por el Plan Social de la Presidencia y CEDIMAT, a fin de lograr trasplantes para pacientes de escasos recursos económicos.

La Unidad de Nefrourología de CEDIMAT está compuesta por los doctores Octavio Cruz Pineda, cirujano trasplantólogo;

 Alberto Flores, nefrólogo; Guillermo Alvarez, nefrólogo; Silvia Batista, cirujana vascular; Walid Elías, cirujano vascular periférico y Wilton Cabrera, urólogo.

En el centro para el que laboran han logrado unificar todas las áreas que trabajan las enfermedades urológicas, nefrológicas y de las vías urinarias.

En los próximos días el equipo de especialistas que ha logrado fusionarse en un nuevo concepto de su área, lanzará la unidad que abrirá otras posibilidades a los enfermos renales.