“¿Malla de contención?”

“Heyyy…. Píndaro! – grita Caquito-… ¡Cuánto tiempo sin verte!”…. “¡Hola!… -reacciona Píndaro-… Es que estoy pasando una gran parte de mi tiempo luchando contra la imposición de unas mallas amarillas en las esquinas, mientras los carros públicos siguen bloqueando esas mismas esquinas que están pintadas y doblando en “U” como les da la gana… En esas céntricas avenidas se siguen estacionando, con sus vidrios abajo a la espera de que los llamen por radio para un servicio, no importándoles que estén parados en tramos de cuadras en los que hay unos letrerazos que dicen ‘No estacione’… Y se paran de a dos en fondo, frente a los uniformados de AMET, los cuales no hacen el más mínimo caso…”.
“Pero, hace como un mes yo vi que pintaron una esquina… me parece que fue la Bolívar con Abraham Lincoln, cuyo tono en sus extremos ya brilla por su ausencia –reflexiona Caquito-… Pareciera como que los frenazos para el estacionamiento de los carros al detenerse en el semáforo esté ya desgastando la misma…”.
“Eso puede ser cierto, pero sólo a medias… -comenta Píndaro-… Acabo de leer una información en la que el organismo encargado de regularizar este nuevo sistema de control y respeto a la ley de tránsito indica que la mayor renuencia a cumplir con la nueva disposición radica en los conductores de vehículos privados… ¡Qué barbaridad!… Mientras todavía circulan por nuestras calles vehículos del año de La Guácara, con placas que no se sabe si son reales pues no hay justificación de que hayan pasado inspección de seguridad vial alguna, y mientras los nuevos vehículos coreanos inundan las vías con vidrios tan tintados que para ver sus ocupantes tienes que, necesariamente, bajar alguno de sus vidrios, se quiere cargar el dado a los vehículos con placa privada…. ¡Eso huele mal!….”.
Cabizbajo, Caquito escucha meditabundo… Parece que ha sido sometido a una valoración de una medida que fue implementada de la mejor buena fe por un ministerio cuyos trabajos han sido altamente eficientes, pero que no le convence del todo… “Píndaro –expresa Caquito-… ¿Por qué no se revisan las licencias que andan por ahí en manos de choferes que no se respetan ni a sí mismos?… ¿Por qué, si se han pintado las mallas en las esquinas de avenidas tan transitadas como las ubicadas en la Abraham Lincoln con John F. Kennedy, y en la 27 de Febrero con Abraham Lincoln, los mismos uniformados interfieren el buen funcionamiento de los semáforos en esa esquinas para, con sus raditos, intentar ordenar el tránsito cuando lo que hacen es taponar más el tránsito?… –y, se cuestiona a sí mismo al decir- ¿Desde cuando ellos son más inteligentes que un semáforo técnicamente programado en tiempos lógicos para el orden?”.
“Oye Caquito –le refiere Píndaro-… Si supieras, no dejas de tener razón en tus interrogantes… Primero, creo que ha llegado el momento de que los uniformados detengan a todos los choferes públicos y a cada uno le exijan mostrar su licencia y fecha de emisión y vencimiento… A todo aquél que no la tenga o no esté en regla, incautarle su vehículo y detenerlo por intento de agresión contra el peatón…. Segundo, que los uniformados de AMET colocados en las esquinas más transitadas, dejen de manipular los semáforos en esas esquinas y, quizás lo más importante, se mantengan atentos a las violaciones en lugar de intentar dar paso al flujo de vehículos a su propia discreción, violando ellos mismos el libre tránsito de que respeta el sistema de semáforos con tiempos apropiadamente programados…”.
“Caquito –comenta Píndaro-… ojalá y de una vez por todas nuestros uniformados de AMET entiendan que cada ciudadano al volante tiene sus propios compromisos y obligaciones y, depende del respeto de su tiempo para que a su vez también se le pueda exigir respeto a las nuevas medidas que están siendo implementadas… Sólo tienes que tratar de circular en la esquina de la Avenida Abraham Lincoln con John F. Kennedy alrededor de las 9 de la mañana y las 5 de la tarde, para que veas que es mejor apearse del vehículo y dejarlo estacionado mientras compras un periódico matutino o vespertino… leer las principales noticias… guardarlo de nuevo… encender el carro y… ¡todavía estarás en medio del tapón!”.