POR GERMAN MARTE
La representante del Banco Mundial en el país, Cristina Malmberg, consideró ayer que cualquier reforma fiscal que se apruebe debería ir acompañada de una política social que beneficie a los más pobres, garantizando más inversión en salud y educación y mayor protección social.

“De hecho no hemos hecho un estudio, no conocemos la propuesta a fondo, pero pienso que lo que está diciendo el presidente y el equipo económico es que la reforma está diseñada de modo que va a afectar los bolsillos de los que más tienen, no a los que menos tienen”, manifestó.

Malmberg  fue consultada por reporteros de este diario tras participar en la inauguración de la Cuarta Reunión de la Junta Directiva de la Red Global de Aprendizaje para el Desarrollo en la sede de la Fundación Global, Democracia y Desarrollo (Funglode).

La representante del Banco Mundial observó que cada vez que se cambian los instrumentos fiscales, es muy importante que la misma esté acompañada de una política social muy activa, “más y mejor servicio de educación, más y mejor servicio de salud y mejorar la protección social para apoyar a los que menos tienen”.

La reforma fiscal o “rectificación” tributaria propuesta por el gobierno ha generado un amplio debate en la sociedad dominicana. Mientras los oficialistas y el Fondo Monetario Internacional defiende la pertinencia de la misma, los partidos de oposición, las organizaciones populares y los líderes empresariales han manifestado su rechazo y en cambio plantean que el gobierno aplique un plan de austeridad, que las autoridades se apliquen una significativa reducción en el gasto.

Funcionarios como el superintendente de Bancos, Rafael Camilo, aseguran que la “rectificación tributaria” no afectará a los sectores más desposeídos, sino a los de clase media y a los ricos.

Empero sus planteamientos no logran convencer a la oposición política ni a los sectores populares, campesinos, empresariales, sindicales y de la sociedad civil que estiman innecesaria la reforma.