Malos ejemplos

Malos ejemplos

Noviembre de 1980, día de elecciones, el presidente James Carter aspira a la reelección, su rival es el exactor de cine Ronald Reagan. Estábamos en La Florida. Nos adiestraban en el uso de un equipo de procesamiento de palabras, que se usaba en los periódicos para la modernización y aceleración de los procesos.

Éramos Oscar José Torres Debrot, Vladimir Larrache, el ingeniero José Almeyda y yo. Habíamos comprado todo tipo de picaderas y un litro de whisky para esperar el conteo de los votos

Apenas llegaron los convidados se vio al presidente Carter llegar al comando de campaña de su Partido Demócrata donde anunció la victoria del candidato Reagan. Eran las 7 de la noche, hora del este. Entonces no hubo reclamo de fraude ni cosa parecida. El pueblo eligió con claridad.

No ocurrió igual, años después, cuando la competencia entre el vicepresidente Al Gore y el aspirante republicano George W. Bush. La galleta sonó en el estado de La Florida, cuyo gobernador era un hermano del candidato Bush.

Las trampas en La Florida no produjeron el resultado que se esperaba y el asunto fue a parar a la Suprema Corte de Justicia. No recuerdo si, poco antes, se había elegido un recalcitrante derechista como Juez de la Suprema Corte, organismo que actuó con parcialidad a favor del republicano. Ello significa, que hay antecedentes recientes.

Escribo antes de que se conozcan los resultados finales de la elección que se desarrolló con pocas protestas menores sobre irregularidades.

El presidente Trump se parece a Jalisco, que cuando pierde arrebata, adelantó semanas atrás que no estaba preparado para traspasar el mando y lo repitió el día de las elecciones.

Esta declaración se produjo en un ambiente realmente crispado donde desde Estados Unidos se informa de la división de los electores de los dos grandes partidos, muchos de cuyos integrantes han manifestado temor de que se produzca nadie sabe qué, si gana Trump o si gana Biden. Esa es la situación de hoy.

Bandas portando armas de guerra han salido a escena manifestando su decisión de imponerse por la fuerza en favor de Trump. En Estados Unidos se cree que también hay grupos pro Biden en la misma actitud.

A la olla de grillos que son los Estados Unidos, donde se mezclan el manejo alegre e irresponsable de la pandemia, el encierro, el cierre y quiebra de negocios los abusos contra los negros, la discriminación contra los hispanos, y paro de contar, solo le falta un ingrediente: que le quiten al pueblo la válvula de escape de resultados electorales creíbles y aceptados por todos.

Trump postuló para la Suprema una conservadora, de quien se espera que lo favorezca, si el asunto llega al alto tribunal.
Malos ejemplos que nos da la “democracia”.

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