FIDELIO DESPRADEL
Familia son las siglas del Frente Amplio por la Municipalidad, organización de ciudadanos y ciudadanas del municipio de San Juan de la Maguana, cuyo objetivo es optar electoralmente por la sindicatura del municipio de San Juan de la Maguana, con el objetivo ponerlo, efectivamente, no de palabra, al servicio de la colectividad.

¡Eso lo dicen todos!, podría pensar cualquiera que lea estas líneas. Lo dicen, agrego yo, a sabiendas que todo es un cuento; que lo que han creado, el grueso de los partidos y movimientos municipales y provinciales, son compañías por acciones, donde algunos vivos invierten su dinero o el de sus patrocinadores, para luego cobrarse con creces lo que invierten, y seguir disfrutando, de ahí en adelante, de todo lo que le depara el sistema de partidos políticos en la República Dominicana a todos y todas las que se dedican a esta actividad, que contraria a lo que han hecho, todos, con honrosas excepciones, es, al decir de Juan Pablo Duarte, la más sublime de las actividades humanas.

Tres cosas diferencian a FAMILIA del grueso de los partidos y movimientos municipales reconocidos: la primera es que está integrado por personas serias, el grueso de los cuales son productores agrícolas con una hoja de servicio conocida por la sociedad sanjuanera y de parte del país.

La segunda es que se plantean como tarea construir un presupuesto participativo, con participación de los munícipes, y que han renunciado, desde antes de postularse, a los sueldos, a las onerosas dietas y demás privilegios que usufructúan todos los ediles del país, el grueso de los cuales, por su silencio y práctica, son cómplices del estercolero en que han convertido este poder (uno de los más importantes, al decir de Juan Pablo Duarte) en casi todo el país. ¡Las honrosas excepciones lo que hacen es confirmar este aseveración!

Y la tercera diferencia es que FAMILIA, en la investigación que hicieron los inspectores enviados a San Juan de la Maguana, y en el informe que le hiciera el Departamento de Partidos Políticos al pleno de los jueces de la Junta Central Electoral, tuvo una calificación de 100% en todos los ítems.  Veamos: En lo que se refiere a local, que es el primer requisito a investigar: 100%. En lo que se refiere a la directiva: 100%. En lo referente a la verificación de los afiliados: 100%.

O sea, los inspectores enviados por el Departamento de Partidos Políticos de la Junta Central Electoral a San Juan de la Maguana, no encontraron una sola deficiencia; un solo resquicio; una sola excusa, que justificara la decisión de la Junta Central Electoral de rechazar la solicitud de FAMILIA, metiéndola en el bloque de organizaciones que, como es sabido, se buscan un padrino, hacen un listado de “afiliados” a partir de los propios listados de la JCE, se buscan unos vividores para que permanezcan en unos supuestos locales, que no son más que pantallas o “allante”, reparten unos cuartos, montan en camiones a unas cuantas decenas de “afiliados”, especialistas en hacer bulla frente a los locales de la Junta o en cualquier otro punto, y entonces, en base a la “honorabilidad” de esos tránsfugas, que deberían estar en cualquier parte, menos en la dirección de partidos serios, son recibidos en los salones donde se tejen todas las maniobras contra este pueblo, digno de mejor suerte.

¿Dónde está entonces el derecho constitucional de elegir y ser elegido, si la JCE actúa en esta forma, incluso, en contra de los informes de sus mismos departamentos encargados de aplicar la ley electoral? ¿De qué honorabilidad pueden hablar los miembros de la JCE si permiten que cosas de este tipo pasen, delante de sus ojos, sin ni siquiera una protesta, para guardar las apariencias?

Y el departamento de partidos políticos: ¿Para qué existe si no es capaz de hacer ninguna referencia a este tipo de manejos, que son dictados desde las altas instancias del poder político de la República Dominicano, ubicado en el podrido sistema de partidos, en los cuales el pueblo dominicanos gasta centenares y centenares de millones de pesos, para que lo engañen permanentemente?

No sé si estos calificativos ayudan la causa de FAMILIA, en una sociedad donde los y las ciudadanas no tienen dolientes ni instancias donde reclamar sus derechos. No sé. Pero si sé que si en las instancias oficiales existieran hombres y mujeres con el temple que han tenido, hombres y mujeres como el Dr. Estrella Sadhalá, cuya muerte a destiempo lamenté profundamente, Aura Celeste Fernández, Guillermo Moreno, Luis Scheker Ortiz, y decenas y decenas más, estas vagabunderías no se repitieran con tanta y tanta frecuencia.

No soy muy afín con esta democracia representativa, que no tiene nada, ni de democracia ni de representativa. Pero creo que deberían existir algunos y algunas dolientes, que hagan morder el polvo del repudio y la vergüenza, a quienes ejercen, con inusitada frecuencia, este tipo de despropósitos.